lunes, 30 de marzo de 2015

EL ARTE DE JOSÉ LUIS GARCÍA-LÓPEZ (XXVI):
GUÍA DE COLOR DC (1982)



No sé qué opinaréis vosotros, pero a mí sigue produciéndome un fuerte sentimiento de nostalgia el viejo método de coloreado por cuatricomía con el que la industria del cómic llenó de color las páginas de sus publicaciones durante décadas (hasta mediados de los años 90). No me malentendáis, no es que esté en contra de las modernas técnicas de coloreado infográfico. No soy un reaccionario. No siempre todo tiempo pasado ha de ser obligatoriamente mejor. Entiendo que la tecnología avanza y que hoy en día es posible realizar auténticas virguerías con el color, filigranas que sin duda los artistas del pasado también hubieran empleado de haberlas tenido en su momento a su disposición. También comprendo que cada generación es hija de su tiempo, y es más que probable que los jóvenes que hayan crecido leyendo tebeos coloreados por ordenador encuentren la vetusta cuatricomía (y sus tramas de puntitos) bastante primitiva y desangelada.

Pero en mi interior sigo pensando que estas viejas tintas y colores planos tenían algo bueno, y es que otorgaban a los cómics Marvel y DC de una uniformidad y homogeneidad que se ha perdido para siempre. Cuando leías un tebeo de Batman o Supermán, estabas seguro de que el color de su uniforme era siempre el mismo, número tras número, incluso en títulos distintos, lo cual permitía un reconocimiento e identificación inmediatos por parte del lector. Actualmente, aunque los coloristas respetan los bases cromáticas esenciales de cada personaje, cada uno emplea a su libre albedrío una gama de degradados distinta sobre ellos, de las miles que tienen a su alcance. Eso produce una disparidad de matices en los colores de los personajes que aparecen simultáneamente en diferentes títulos mensuales, dependiendo del colorista asignado. Así, si Wonder Woman aparece, supongamos, en 5 tebeos distintos en el mes de Marzo, en cada uno de ellos el color de su uniforme variará ligeramente, aún siendo esencialmente el mismo. Con esto se rompe la magia y la sensación de 'universo compartido' propia de los cómics de superhéroes, basada -como es sabido- en la repetición incesante de los mismos patrones: en definitiva, en el refuerzo y reafirmación constantes del icono.

Estas reflexiones me han surgido tras la revisión de esta 'Guía de Color DC' realizada por José Luis García-López en 1982, dentro de su famosa 'Guía de Estilo'. Los coloristas de hace 25 años manejaban una paleta cromática muy sencilla, de apenas 50 colores, mientras que un colorista contemporáneo maneja paletas de miles de colores. Eso supone una enorme diferencia. Pero no he podido evitar perderme en la contemplación minuciosa de la guía, comprobando que el color amarillo del rayo de Shazam (Yellow-2) es el mismo, por ejemplo, que el de los cinturones de Batman, Supermán y WW, o que el de las botas de Flash, el top de tirantes de Hawkgirl y la capa de Robin. O que el naranja de la cota de mallas de Aquaman (Orange 021) es idéntico al del casco de Hawkman. O que el verde de Green Lantern (Pantone 354) es el que también se emplea en los pantalones de Green Arrow, Hawkman, Aquaman y Hawkgirl, o en las botas y calzón de Robin. O que el azul de Batman y Supermán (Cyan-2) es también el de Supergirl y Batgirl. O que el rojo de Plastic Man (Red 032) es el mismo que el de Shazam, Flash, Supermán, Robin... ¿Cogéis la idea? Homogeneidad. Estabilidad. Imagen de marca. Justo lo que las dos grandes llevan tiempo perdiendo.

Mención aparte merecen las ilustraciones con que GL acompaña la guía de color. Y es que está muy claro que nuestro autor es desde hace mucho tiempo el auténtico guardián de las esenciales de la editorial. Pocas veces podrán contemplarse personajes más icónicos y reconocibles que los que dibuja el pontevedrés. Cuando veo a Green Lantern apoyado sobre el hombro de Robin, o a Plastic Man poniéndole la zancadilla a Flash, o simplemente la manera en que Wonder Woman posa con las manos en las caderas, descansando el peso en una pierna y estirando la otra... esos -y no otros- son los auténticos personajes con los que crecí.

ACTUALIZACIÓN 31/03/15.

Gracias a la amable y desinteresada colaboración de Diego Córdoba procedemos a actualizar una serie de datos de la entrada que no eran correctos. Al parecer, la gama de color que manejaban los coloristas en los años 80 era más amplia de lo anteriormente especificado. Su evolución fue la siguiente: antes de 1950 era de 48 colores, en la década de los 50, de 64, en los 70 de 125, para acabar a finales de los 80 con una paleta de 300 tonalidades diferentes. Además, esta guía de color en particular realizada por García-López no es la que los coloristas utilizaban en los cómics, puesto que emplea colores Pantone que los cómics no usaban. En realidad se trata de una guía de color para productos de merchandising y derivados. Más información, en la sección de comentarios.

Así mismo, aprovechamos la actualización para incluir la ampliación de 1986 de la guía de color de GL (con la JLA, los Nuevos Titanes y los villanos DC). La calidad de las ilustraciones incluidas lo merecen.


2 comentarios:

Diego Cordoba dijo...

Hola. En realidad en los años 70 DC disponia de una guía de color de 125 tonos diferentes, contra los 64 en la década de 1950 y los 48 de antes de 1950.

Esta guia que nos muestras mas bien parecen ser para los productos derivados de los personajes de los cómics, pues se usan colores Pantone que los cómics no usaban.

El proceso de colorear con guías de color es más complicado de lo que parece, pues se hacian en dos tiempos: primero sobre una fotocopia del dibujo a tinta se aplicaban colores con tinta o anilinas, mencionando a que color correspondian con respecto a las guias, y luego estos se aplicaban sobre 4 acetatos diferentes, cada uno correspondiente a un porcentaje diferente de los 4 colores de la cuatricromia: es decir, un tono de 25%, otro de 50%, uno de 70%, y por último uno de 100% (color pleno) por cada uno de los 4 colores de la impresión: rojo, amarillo, azul y negro. Aunque los colores eran aplicados plenos, entre menos densidad tenian (segun su porcentaje), aparecian las famosas tramas (esos *puntitos" que veiamos en los cómics de antes).

Ya a finales de los 80 DC (y las otras compañias de cómic americanas) tenia más de 300 colores, hasta que luego pasaron al ordenador (aunque en un tiempo siguiendo las mismas guias de color de antes).

Esta técnica de las guias de color datan de las tiras americanas de prensa dominicales de los años 30, supuestamente para "faciltar" la puesta de colores para la impresion, y obtener un resultado más homogéneo.

Hombre de Trapo dijo...

Muchísimas gracias, Diego, por la valiosa información que aportas. Realmente pensaba que la paleta de color que manejaban los coloristas a comienzos de los 80 era más limitada. Obviamente, estaba equivocado. Procedo a actualizar la entrada ipso facto.

¡Saludos!