viernes, 1 de junio de 2012

DESDE EL OTRO LADO NOS OBSERVAN


'Historias para no dormir’ fue una mítica serie de Televisión Española dirigida por Chicho Ibáñez Serrador que, a lo largo de 3 temporadas y una treintena de episodios (1966-1968) hizo las delicias de los españolitos de la época aficionados al género de terror, con tanta intensidad que aquel fascinante logo con el que se iniciaba cada episodio (con la puerta chirriante abriéndose lentamente y el espeluznante grito final) ha quedado grabado a fuego en la memoria colectiva de más de una generación.


Posteriormente, de 1972 a 1982, Chicho retomó las ‘Historias’ en una serie de 6 episodios especiales de mayor duración y aparición irregular filmados en color (la serie original se filmó en blanco y negro). El episodio que traigo hoy es uno de esos 6. Se titula EL TELEVISOR, es de 1974 y tiene una duración de 72 minutos. Fue estrenado de madrugada, semiboicoteado por la propia TVE, por lo que muy poca gente tuvo oportunidad de verlo en su momento. Todo lo cual no hizo más que aumentar la leyenda del episodio en concreto. En 2006 Televisión Española lo volvió a emitir como parte de la celebración del 50 aniversario de la casa.

Protagonizado por el maravilloso Narciso Ibáñez Menta (a la sazón, padre de Chicho, fogueado en cientos de teatros de España, Argentina y Uruguay y llamado el Lon Chaney español por su capacidad para la caracterización y el disfraz), ‘El televisor’ es una magnífica historia de terror que de manera progresiva nos introduce en una atmósfera opresiva e insana, de locura. Pero además de ser una magnífica historia de terror es una crítica despiadada contra la idiotización de la televisión. Fijaos, crítica a la televisión realizada desde la misma televisión, ahí es nada. Menudo atrevimiento. La doble lectura o doble intención de los episodios era una tónica constante seguida por Chicho en sus ‘Historias para no dormir‘. Si el autor ya pensaba eso de la televisión de los setenta, en la que sólo había un canal (que no era perfecto pero sí modélico en más de un sentido), qué no pensará de la televisión de hoy día, con treinta y tantos canales de TDT y un nivel de zafiedad y telebasura impensable en aquella época.

Lo que más sorprende del episodio, visto desde la perspectiva actual, es la ESCASEZ DE MEDIOS con los que se filmaba en aquel tiempo. Ibáñez Serrador siempre ha dicho que contaban con unos presupuestos misérrimos, realmente ridículos. Apenas un par de cámaras y un set de decorados en una de las naves de TVE (con el mobiliario prestado gracias a la colaboración de unos grandes almacenes, los hoy desaparecidos Galerías Preciados). Por lo que de efectos especiales ni hablamos. 

Pero todo se suplía con talento, con toneladas de talento e ilusión por lo que estaban contando. Desde las magníficas interpretaciones de los actores, quienes llevaban todo el peso del episodio, hasta el guión de Luis Peñafiel (pseudónimo con el que firmaba los episodios el propio Chicho), pasando por el montaje y la edición. Sorprende comprobar cómo con tan poco conseguían resultados tan óptimos, haciendo de la escasez virtud.

Da un poco de vértigo asomarse a la España de 1974 por el tiempo transcurrido. En aquella época un televisor en color era todavía un electrodoméstico de lujo, y no estaba presente en todos los hogares. De pasada se hace mención de Johan Cruyff como el crack futbolístico de moda en aquel tiempo. ¡Así que imaginaos! Y no puedo resistirme a explicar el chiste privado que introdujo Ibáñez Serrador en este episodio. Resulta que el dramaturgo Adolfo Marsillach, que hacía reseñas de cine y teatro en la época previa al estreno de ‘El televisor’, no realizó críticas especialmente positivas de las ‘Historias para no dormir’ en la prensa. Chicho, socarronamente, se tomó su pequeña venganza privada en una de las secuencias. ‘¡Adolfo Marsillach, ése gran hombre, ése intelectual! Por algo escribe en el ABC…’ ‘Pero papá, si es un pedante coñazo’. No pude dejar de reír en toda la escena.

Sin más, os dejo con ‘El televisor’. Por vuestra comodidad me hubiera gustado encontrar un enlace con el episodio en un único vídeo, pero no ha sido posible, por lo que hay que verlo dividido en 5 partes.








¿Ya estáis de vuelta de ver ‘El televisor’? Me gustaría comentar una última cosa antes de iros. Siempre que vuelvo a ver esta historia me acuerdo de la canción del líder de Radio Futura Santiago Auserón titulada SUEÑOS EN TELEVISIÓN, emitida en 1985 dentro del programa ‘La Bola de Cristal’. Eso sí que era televisión de calidad.





Un incendio ilumina mi habitación
con una suave ondulación.
¡Oh, querida!
En la pantalla está subiendo la emoción;
perfecta coordinación.
¡Ohohohoh!.

Tal vez debiéramos permanecer
algo más fríos
frente a la televisión,
porque temo que del otro lado
nos pueden ver. 

El programa de hoy 
es para gente como tú y como yo. 
No deben saber quién soy.
Alguien filmó mis sueños en la televisión. 

Y ahora quiero más información
sin comentarios
sobre la especie de magnetismo especial
que tiene un cuerpo
que yo no puedo tocar,
o la tormenta al caer
en un océano de rostros.
Sobre el clima en el espacio sideral,
o un temblor en la Torre de Babel,
o el zumbido del insecto de oro
que sale de noche ...

El programa de hoy
es para gente como tú y como yo.
No deben saber quién soy.
Alguien filmó mis sueños en la televisión.

Tal vez debiéramos permanecer
algo más fríos
frente a la televisión,
porque temo que del otro lado
nos puedan ver.

El programa de hoy
es para gente como tú y como yo.
No deben saber quién soy.
Alguien filmó mis sueños en la televisión.

Alguien filmó mis sueños en la televisión.

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