Portada de 'Hercules Unbound' # 1 (Noviembre 1975) - José Luis García-López. |
Un par de días atrás hablábamos de los mejores entintadores en la carrera del dibujante hispano-argentino José Luis García-López, y en ese grupo incluíamos a gente como Dick Giordano, Kevin Nowlan, Ricardo Villagrán, Joe Rubinstein, Bob Smith o Ernesto García. ¿Qué tal si ahora, para variar, nombramos el extremo contrario, es decir, aquellos entintadores que no han podido -o sabido- interpretar correctamente los lápices de nuestro autor? En este otro conjunto podríamos incluir a profesionales como Vince Colletta (en 'Superman') Steve Mitchell (en 'The Brave and the Bold' y 'DC Comics Presents') Frank Springer (en 'Tarzan' y 'Superman') Klaus Janson (de juzgado de guardia lo que Janson hizo con los lápices de García-López en 'JLA Classified')... y Wally Wood. Sí, sí, Wally Wood.
¿Cómo, os preguntaréis? ¿Estamos hablando del legendario Wallace Wood en persona? ¿El artista que en los años 50 formó parte de la revolución que supusieron los cómics de terror de EC? ¿El mismo Wood del que recientemente se ha publicado en España 'Llegó el Alba', un tomo que selecciona algunos de sus mejores relatos para esa editorial (y que os recomiendo con fervor)? Pues sí, tristemente sí, y podéis creer que me duele en el alma incluirlo entre los peores entintadores de GL, pero a las pruebas me remito. Empecemos por el principio. Como dicen los anglosajones, 'first things first...'
En 1975 DC Comics lanzó al mercado una serie protagonizada por Hércules, el personaje mitológico, con unas aventuras de carácter superheróico ambientadas en un futuro post-apocalíptico (en el que incluso se llegaba a encontrar con los animales inteligentes creados por Jack Kirby en 'Kamandi, the Last Boy on Earth'). El título contó con guiones de Gerry Conway y dibujo a lápiz de un García-López recién desembarcado en Estados Unidos, en el que supuso su primer encargo de gran envergadura para DC. El entintado corrió a cuenta, como ya hemos indicado anteriromente, de Wally Wood. La ilusión y las ganas con las que el pontevedrés abordó el proyecto fueron enormes, deseoso de demostrar su talla y su valía como dibujante, por lo que puso toda la carne en el asador desde el primer momento. Él mismo lo explica en un fragmento de la entrevista concedida al volumen 5 de 'Modern Masters' de TwoMorrows Publishing (páginas 26 y 27) que reproducimos a continuación.
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MM: ¿Qué hizo que Hercules Unbound fuese más disfrutable para ti?
JOSÉ: Supongo que fue que tuve la oportunidad de crear algo. Pude hacer cosas con aquellos personajes que no podía hacer con personajes ya establecidos. En aquella época, hice varias historias de Supermán y portadas también. Supermán era sagrado; tenías que arrodillarte ante el personaje y hacerlo de una determinada manera. Aquello era muy duro para mí. Cuando tuve la oportunidad de crear algo por mí mismo, sentí una sensación de libertad.
MM: ¿Cómo se te presentó aquel título? ¿Se dirigieron a ti con la idea de una nueva cabecera o fuiste tú quien pidió algo nuevo?
JOSÉ: Ellos me lo ofrecieron. No recuerdo haber pedido nunca ningún trabajo específico. Todo lo que he hecho ha sido siempre porque creyeron que era capaz de hacerlo.
MM: ¿Así que diseñaste el personaje de Hércules?
JOSÉ: Sí.
MM: ¿Hiciste un montón de bocetos sobre diferentes trajes, o sabías lo que querías desde el principio?
JOSÉ: Era un traje muy sencillo. No creo que empleásemos demasiado tiempo en él.
MM: ¿El proceso de aprobación fue bastante más fácil?
JOSÉ: Sí, no hubo mucho problema. Más tarde, con otros personajes, sería diferente. Atari Force, por ejemplo, llevó mucho tiempo y tuvo que pasar por un montón de gente antes de que nos dieran luz verde. Pero en este caso todo fue bastante rápido. Hice dos, tres, cuatro bocetos del personaje y les di la posibilidad de quedarse con uno. Pasé por el mismo proceso con las portadas.
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Curiosamente, GL no conocía la obra de Wally Wood con anterioridad a su llegada a los USA, como él mismo confesaba.
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MM: En Hercules Unbound trabajaste con Wally Wood. ¿Estabas familiarizado con su obra antes de venir a América?
JOSÉ: No, me familiaricé con su obra aquí. Recuerda, en Argentina de lo que más sabíamos era de tiras de prensa.
MM: Bueno, él había trabajado en tiras de prensa. Entintó la tira de Sky Masters sobre lápices de Jack Kirby, así que pensaba que podrías haberlo visto.
JOSÉ: Llegué a conocer mejor a un montón de muy buenos artistas una vez vine aquí, a América. Puede que oyese sus nombres en Argentina, pero nunca tuve la posibilidad de ver sus cosas.
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En el siguiente párrafo el autor es preguntado por la opinión que le mereció el entintado de Wally Wood. No os perdáis ni una coma de su respuesta.
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MM: ¿Qué pensaste de las tintas de Wood sobre tus lápices? Tendía a hacer que los lápices de todo el mundo parecieran los de Wally Wood, e hizo eso contigo también en cierto grado.
JOSÉ: La única cosa que lamento es no haber tenido al Wally Wood de unos cuantos años antes. Siendo honestos, Wallace Wood fue un gran artista, y los grandes artistas pueden ser muy buenos entintadores y mejorar la obra a lápiz de otro, pero no creo que Wally Wood en aquella época estuviera en su mejor momento. Fue un trabajo honesto, pero no fue un buen trabajo.
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No sería la última vez que GL hiciese mención a Wally Wood. En la entrevista concedida en 2013 a Walter Alarcón para el blog argentino 'De vez en cuando, conviene juntarse un rato' el dibujante gallego concedía las siguientes declaraciones.
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WALTER ALARCÓN: Supongo que su mayor satisfacción es entintar su propio trabajo. ¿Pero cuáles son sus expectativas cuando sus lápices son entregados a otros entintadores? ¿Quienes lo dejaron más conforme?
JOSÉ: La mayor satisfacción y el mayor sufrimiento. Digo esto último porque hago muy poca tinta y falta la confianza del trabajo que se hace todos los días. Después de las frustraciones de los primeros años aquí, aprendí a no esperar demasiado de los entintadores, aunque sean de primera línea. Por ejemplo: yo tuve a Wally Wood, pero en su momento más bajo, nada que ver con los magníficos trabajos que él había hecho para Mad.
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Está claro que cuando un artista sigue acordándose (para mal) del entintado de otro 40 años después, es que no terminó demasiado satisfecho en su momento con el trabajo. Esa es la peor pesadilla de un dibujante a lápiz primerizo o desconocido: que te entinte una leyenda viva del cómic (de vuelta de todo) y acabe arruinando tus láminas.
La tinta de Wood en las páginas que tienen más abajo no es que sea un desastre -antes al contrario, un Wood al 50% tenía demasiado oficio como para eso- pero sí es un entintado muy simple, terriblemente plano, en el que pocas figuras tienen un volumen real o llegan a cobrar una masa propia que distinga unos cuerpos de otros o de los mismos fondos. Las tramas (mecánicas o manuales) y los juegos de luces y sombras brillan por su ausencia. Y el precioso trazo de GL queda sepultado bajo el personal trazo de Wood, hasta el punto de que cuesta reconocerle. No es extraño que, después de tanta ilusión y esfuerzo invertidos, nuestro autor acabara desilusionado con el acabado final.
El Wally Wood de mediados de los años 70 era un autor que había sido víctima durante casi tres décadas de una industria del comic-book que funcionaba, literalmente, como una máquina de picar carne: jornadas de trabajo interminables, con condiciones leoninas y trabajo a destajo, miles de horas de soledad sentado frente al tablero de dibujo, fechas de entrega siempre demasiado cortas, aislamiento, salarios de miseria que apenas le permitían vivir de su oficio, poco reconocimiento social (frente al prestigio del que gozaban los dibujantes de prensa), etc... Además, en una industria como la americana, los dibujantes de cómic pasaban rápidamente de moda, nacían con fecha de caducidad. Tenían un apogeo de popularidad durante unos años y pronto eran olvidados y apartados por otros autores más jóvenes, sustituidos por 'el nuevo sabor del mes'.
Después de 30 años de trabajo en estas condiciones, no es de extrañar que Wally estuviera harto de todo. El dibujante, uno de los más grandes de la historia de este arte, cayó en el alcoholismo. Se casó y se divorció tres veces. Hacia el final de su vida, un amargado Woody llegó a decir que, "si naciera otra vez y tuviera que dibujar de nuevo las miles de páginas que realicé en mi vida, me cortaría las manos" (tal y como recoge la biografía de Bhob Stewart 'Against the grain: Mad artist Wallace Wood'). En 1978 tuvo un ictus a raíz del cual sufrió pérdida de visión en un ojo. Su alcoholismo le afectó a los riñones, por lo que debía acudir regularmente a diálisis. Por esa época comenzó a dibujar cómics pornográficos para costearse el tratamiento médico. Abrumado por la imposibilidad de pagar las costosas facturas, se suicidaría en Los Ángeles 3 años más tarde, en 1981, de un disparo de escopeta. Murió solo. Un triste final para un artista muy, muy grande. Enorme.
Diversas fotografías de Wally Wood hacia la época final de su vida.
¿Cual hubiera podido ser la tabla de salvación de Wood? Esto es sólo una hipótesis personal, pero siempre he pensado que si en 1971 Wally hubiera conseguido ser el sucesor de Hal Foster al frente de la plancha dominical de 'Príncipe Valiant', su futuro habría sido muy distinto. De manos de King Features Syndicate hubiera llegado el ansiado prestigio y reconocimiento social, un salario muy superior al que percibía dibujando comic-books y sobre todo, el tiempo necesario para poder dedicarse a la dominical en exclusiva, sin fechas de entrega acuciantes y con toda la holgura del mundo para poder realizar un trabajo artístico significativo y perdurable. Sin embargo, ya sabemos que Foster eligió a John Cullen Murphy como sustituto (cuando Wood era un artista de mayor talento). ¿Qué hubiera pasado de haber optado por Wally en lugar de por Murphy? Nunca lo sabremos, pero lo cierto es que la historia de los cómics de prensa hubiera sido muy distinta.
Al final, García-López sólo dibujó los 6 primeros números de los 12 que duró la serie de 'Hercules Unbound'. Los otros 6 fueron realizados por Walter Simonson y curiosamente, serían bastante mejores que los primeros (en especial los 2 últimos, también entintados por Simonson). Pero del Hércules de Simonson hablaremos en una futura entrada, una vez finalice el presente homenaje a GL que venimos realizando de un tiempo a esta parte. Hasta entonces, les dejo con las páginas dibujadas por él. Que ustedes las disfruten.
'Hercules Unbound' # 2 (Enero 1976) - José Luis García-López. |
'Hercules Unbound' # 3 (Marzo 1976) - José Luis García-López. |
'Hercules Unbound' # 4 (Mayo 1976) - José Luis García-López. |
'Hercules Unbound' # 5 (Julio 1976) - José Luis García-López. |
'Hercules Unbound' # 6 (Septiembre 1976) - José Luis García-López. |
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