Bueno, bueno, bueno... Supongo que muchos de vosotros a estas horas de la mañana aún estaréis durmiendo, después de una noche de fiesta celebrando la llegada del nuevo año. Todavía tendréis el chocolate con churros a medio digerir, junto con la resaca que sin duda os espera al despertar.
Pero no os preocupéis, queridos. Si los excesos alcohólicos propios de estas fechas os han impedido disfrutar como Dios manda de la retransmisión de los típicos saltos de esquí desde Innsbruck, o más importante aún, del tradicional Concierto de Año Nuevo vienés, aquí estoy yo para solucionarlo. Porque, como diría Alex DeLarge, protagonista de 'La Naranja Mecánica', 'no hay mejor manera de empezar el año que escuchando al viejo Ludwig van'.
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