* CASO PRÁCTICO Nº 2: JUSTICE LEAGUE OF AMERICA # 198-199 (ENERO-FEBRERO DE 1982).
Guión: Gerry Conway.
Lápiz: Don Heck.
Tinta: Brett Breeding.
Portadas: # 198 (Ross Andru) y # 199 (George Pérez).
Título: # 198 (‘Once Upon a Time in the Wild, Wild West…’) y # 199 (‘Grand Canyon Showdown’).
Durante los primeros años 80, el cómic de la Liga de la Justicia tuvo la suerte de contar con un artista del calibre de George Pérez como dibujante regular de la serie. Su colaboración no fue demasiado larga, apenas una decena de números, pero sí que fue una etapa muy definitoria para el título, siendo recordada como una de las grandes épocas del grupo incluso hoy en día. Su último número sería el # 200, un especial conmemorativo con el doble de páginas de extensión y en el que, además de Pérez, colaboraron Patt Broderick, Jim Aparo, Dick Giordano, Gil Kane, Carmine Infantino, Brian Bolland y Joe Kubert como ilustradores del guión de Gerry Conway. Casi nada.
Es por ello que, entre el número 197, (el penúltimo dibujado por el gran Pérez) y el especial nº 200 se intercalaron este par de números ilustrados por el veterano Don Heck a modo de fill-in, para dar tiempo a Pérez y al resto de dibujantes de explayarse a gusto con el bicentenario de la Justice League.
Pero quien piense que los números 198-199 son meros números de relleno a la espera del antológico 200 se equivoca. Curiosamente, esta minisaga terminaría convirtiéndose con el paso de los años en una de las que mejor recuerdo guardan los grandes aficionados a la Justice League. Una fan-favourite. Y de nuevo de la mano de Conway tenemos al Señor del Tiempo como villano recurrente del grupo, en una aventura que guarda la particularidad de que la Liga de la Justicia va a parar al salvaje Oeste americano, the Wild, Wild West.
Si en los números 159-160 era Jonah Hex -entre otros- quien dejaba el siglo XIX para viajar al futuro, en esta ocasión serán los héroes del siglo XX quienes viajen atrás en el tiempo para devolverle la visita al pistolero. Quien por cierto, no se encontrará sólo para recibirlos, sino acompañado de tres de los mejores personajes de la vertiente western del universo DC: Cinnamon, Scalphunter y Bat Lash.
- Cinnamon (Katherine Manser), personaje creado por Roger McKenzie y Jack Abel en ‘Weird Western Tales’ # 48 (Octubre 1978). Siendo una niña, la pequeña Kate presenció cómo unos bandidos asesinaron a sangre fría a su padre, el sheriff de un pequeño pueblo olvidado de la mano de Dios. Después de criarse en un orfanato, la pelirroja Kate creció hasta convertirse en una de las más mortíferas cazarrecompensas del Oeste, siempre con el objetivo de hallar a los asesinos de su progenitor y vengar su muerte.
Cinnamon, canela fina. |
Este personaje tiene la peculiaridad de ser una de las múltiples vidas pasadas de Shiera Sanders (Hawkgirl). Recordemos que Hawkgirl fue originariamente la princesa egipcia Chay-Ara, y Hawkman (Carter Hall) el príncipe Khufu. Ambos fueron malditos por el despechado nigromante Hath-Set a reencarnarse durante mil vidas, en todas las cuales estaban condenados a reencontrase en otros cuerpos e identidades y a morir de nuevo antes de poder culminar su amor, en un ciclo eterno de desespero e insatisfacción. En el siglo XIX, Chay-Ara se reencuentra con el príncipe Khufu reencarnado bajo la identidad del también pistolero Nighthawk (Hannibal Hawkes, creado por Robert Kanigher y Charles Paris en ‘Western Tales’ # 5, Octubre de 1948). Por lo tanto, ambos personajes (tanto Cinnamon como Nighthawk) no tardarían en formar pareja sentimental y compartir aventuras en el salvaje Oeste, donde fueron conocidos como uno de los dúos más letales.
En el reciente Brightest Day # 0 (Junio de 2010) pudimos observar una escena (magníficamente dibujada por el asturiano Fernando Pasarín) en la que Hawkman y Hawkgirl tienen una visión de algunas de sus vidas pasadas, entre las que destaca en primer plano las vividas como Cinnamon y Nighthawk (y también la encarnación de Hawkman como The Silent Knight, uno de los héroes medievales de DC que debutó en el mismo nº 1 de ‘The Brave and the Bold’ en que lo hizo el Príncipe Vikingo. Pero esa es otra historia…).
Brightest Day # 0 - Fernando Pasarín. |
Como curiosidad, señalar que la muerte le llegó al príncipe Khufu en su encarnación como Nighthawk en el mítico número 3 de ‘Crisis en Tierras Infinitas’, donde murió alcanzado por la nube de antimateria del Anti-Monitor.
La muerte de Nighthawk - Crisis on Infinite Earths # 3. |
- Scalphunter (Cazador de Cabelleras), alias de Brian Savage, personaje creado por Sergio Aragonés y Joe Orlando en ‘Weird Western Tales’ # 39 (Abril de 1977). A pesar de lo que pueda parecer, Scalphunter no es un personaje indio, sino que es un hombre blanco. De niño fue robado de las manos de sus padres por los indios Kiowas, que lo criaron dándole el nombre de Ke-Woh-No-Tay (‘El que es menos que humano’). Después de descubrir sus raíces , Scalphunter regresó a la sociedad blanca, donde se convirtió en un pistolero, pero sin perder nunca su lado indio, con cuya cultura permaneció siempre en contacto. A lo largo de sus muchas correrías compartió aventuras con Bat Lash, con quien formó una especie de dúo no oficial. Durante los últimos años de su vida se convirtió en sheriff de Opal City, la ciudad que en el futuro sería el hogar del héroe Starman.
De nuevo James Robinson se cruza en nuestro camino en este artículo. Y es que Robinson estableció en la serie de Starman durante los años 90 que el personaje de Matt O’Dare (oficial de policía de Opal City) era en realidad la reencarnación de Brian Savage. No sólo eso, sino que además sugirió que Savage se reencarnaría una y otra vez hasta convertirse en el héroe del futuro siglo XXX Star Boy (miembro de la Legión de Super-Héroes).
Tony Harris... digo Matt O'Dare. |
- Bat Lash (Bartholomew Aloysius Lash), creado por Sheldon Mayer y Carmine Infantino en ‘Showcase’ # 76 (Agosto de 1968), es un encantador y adorable sinvergüenza, un crápula juerguista y mujeriego. Un pequeño estafador, un tahúr experto en juegos de naipes, apuestas y todo aquello en donde haya dinero (o señoritas) de por medio. También es uno de los pistoleros con mejor puntería del Oeste. Vivió aventuras tanto en solitario como (ya lo habíamos apuntado anteriormente) formando dupla con Scalphunter.
…Por cierto, si queréis saber más de estos personajes, en la actualidad tanto Bat Lash como Cinnamon y Nighthawk aparecen en las historias de complemento del tercer volumen de ‘All Star Western’, (junto con otros ilustres personajes del Oeste DC como ‘El Diablo’). Y es que All Star es una serie tan buena que no me canso nunca de recomendarla. Por ejemplo, la última historia de complemento de Bat Lash venía dibujada por José Luis García-López, nada más y nada menos.
Como veis, el universo DC, como buen universo de ficción, es un maravilloso tapiz persa. Un bordado colectivo realizado por las manos de cientos de autores a lo largo de los años, en el que todos los personajes (incluido aquellos que a priori no tienen nada que ver) están interconectados entre sí, directa, indirectamente o a través de terceros. Los actos de los personajes tienen repercusiones no sólo en el presente, sino tambien en el futuro y el pasado de otros personajes. Por eso, la más mínima alteración de cualquiera de las hebras que forman el tapiz podría deshilacharlo por completo, echarlo a perder. Ese es el motivo por el cual hay que ser muy cuidadoso cuando se juega con el pasado o la continuidad de los personajes, incluso de los secundarios. Al tratarse de una realidad compartida, sería tremendamente fácil calcular mal, errar y arruinar el bordado.
Por no hablar de aquellos autores que no sienten el más mínimo respeto ni consideración por el trabajo colectivo de autores pretéritos -quizás más talentosos que ellos mismos- y que se pasan la continuidad y el pasado por el arco del triunfo, sin remordimientos. Ya sabéis a qué me refiero… Una cosa es dedicarse a deshacer durante la noche lo bordado durante el día -cual Penélope- y otra cosa muy diferente es coger el mechero y prenderle fuego al bordado.
Sinopsis argumental de JLA # 198-199:
Gerry Conway empleó en estos dos números uno de los esquemas argumentales clásicos de la JLA a lo largo de su historia: dividir al grupo, observar cómo evolucionan por separado las aventuras de sus integrantes en solitario durante gran parte de las páginas, y volver a reunirlos al final para que se enfrenten juntos a la gran amenaza. Un armazón de estructura sencilla (que no simple) pero tremendamente entretenido. Pura diversión sin pretensiones, algo de lo que adolecen la mayor parte de los cómics hoy en día, demasiado preocupados por epatar o por ser falsamente trascendentes, olvidando la máxima principal del mundo del espectáculo: NUNCA ABURRIR. Algo que el guionista de ‘La Muerte de Gwen Stacy’ o ‘Cinder and Ashe’ ha tenido siempre presente a lo largo de su carrera. Tengo que confesar que siempre me ha gustado Conway. Todos los cómics que he leído de él siempre me han dado justo lo que esperaba, ni más ni menos. Pequeñas historias autoconclusivas, pero altamente satisfactorias.
El Señor del Tiempo logra capturar a 4 miembros de la JLA (Green Lantern, Zatanna, Elongated Man y Flash), arrojándolos atrás en la corriente temporal, desprovistos de memoria o recuerdos, hasta la Arizona del año 1878. Los 4 héroes van a parar a distintos puntos del desértico estado: así, Jonah Hex se encontrará en el desierto con un violento y desorientado Green Lantern, que le atacará antes de caer inconsciente por agotamiento e insolación. Hex se encarga de recoger y cuidar a Hal Jordan hasta que este recupere las fuerzas.
Zatanna aparece en un pueblecito de mala muerte llamado Desecration, en donde los matones locales pronto la ponen en dificultades en el saloon hasta la aparición salvadora de Cinnamon. Ante la evidente incapacidad de defenderse por sí misma que muestra Zatanna, Cinnamon decide hacerse cargo temporalmente de ella.
Por otro lado, Elongated Man se encarga de salvarle la vida a Scalphunter, que se vio sorprendido por el ataque de un puma en pleno bosque (la verdad es que nunca he apreciado demasiado a Don Heck, un dibujante de trazo demasiado tosco para mi gusto, pero hay que reconocer que en la secuencia de la lucha de Ke-Woh-No-Tay contra el puma está que se sale, bien arropado por el trabajo dulcificante de las tintas de Brett Breeding).
En la ciudad de Tucson, en un sórdido salón de juego, un Flash oculto tras un sombrero y una gabardina observa una partida de póker en la que participa Bat Lash. En un momento dado, el resto de integrantes de la partida acusan a Lash de hacer trampas, y se disponen a dispararle. Lash logra desarmarlos y consigue huir, ayudado por Flash. Ambos personajes hacen rápidamente buenas migas.
Mientras tanto, en el presente, Superman investiga la misteriosa desaparición de los 4 miembros de la Justice League, y descubre que detrás de la misma está el Señor del Tiempo, que le ataca con kriptonita. Mientras Superman agoniza en el suelo afectado por la mortal radiación, el villano le cuenta sus planes (sí, el tópico del supervillano que le explica al héroe con pelos y señales -y de paso al lector- todo lo que tiene planeado, antes de que lo detengan). El motivo por el que el Señor del Tiempo ha enviado a los amnésicos héroes a 1878 es porque en ese año, sin que nadie lo supiera, cayó sobre el desierto de Arizona un meteorito de antimateria. En el momento en que la materia negativa entró en contacto con la positiva, el meteorito se disolvió en la nada. Por lo tanto, el Señor del Tiempo ha enviado a los héroes para que detengan al meteorito antes de entrar en la atmósfera, para así poder apoderarse de su energía cósmica y convertirse en el amo del mundo presente, pasado y futuro.
Mientras explica esto, el Señor del tiempo dice lo siguiente, mientras observa a los héroes a través de sus monitores:
- ‘Ahí están: Green Lantern, Zatanna, Elongated Man y Flash… mis involuntarios agentes en 1878. Sólo para estar absolutamente seguro de que harán lo que espero que hagan, he enviado a cuatro vigilantes personales para que les echen un ojo’.
Así termina el número 198, con la sugerencia por parte de Conway de que el encuentro de los aturdidos miembros de la Liga con los 4 héroes western locales no ha sido casual, sino que el Señor del Tiempo, repitiendo la jugada de los números 159-160, puede estar controlando a Jonah Hex y compañía. La sombra de la sospecha está sembrada…
…Aunque no tarda en despejarse. Nada más comenzar el nº 199, se descubre que los ‘4 vigilantes personales’ enviados para observar a los héroes son en realidad 4 androides camuflados de vaquero. Por lo tanto, la sospecha del final del nº 198 había sido una pista falsa. Esta vez, Cinnamon, Scalphunter y cía están del lado de los buenos.
Pronto, los héroes comienzan a recobrar la memoria, y tras reunirse de nuevo y las aclaraciones de rigor, deciden combatir contra los robots del Señor del Tiempo (¿a nadie le suena la película ‘Almas de Metal’ -Westworld- protagonizada por Yul Brynner en los 70?).
¿Qué diría Jotacé de este imagen? -Hola, muñeca. ¿Quieres que tape tu agujero?- |
Los héroes cabalgan juntos. |
Westworld (Almas de Metal) - Michael Crichton, 1973. |
Una vez han eliminado los robots, y creyendo que el meteorito de antimateria que se aproxima a la Tierra es letal, los héroes se disponen a impedir que impacte contra la Tierra -justo lo que el Señor del Tiempo quería-. Pero en el presente, y antes de que pueda recolectar la energía cósmica, Superman, que se había desecho previamente de la kriptonita, logra detener al villano. Los integrantes de la JLA desplazados al pasado logran volver a nuestra época sin mayores inconvenientes.
Otras consideraciones:
A) En Crisis en Tierras Infinitas # 3 (Junio de 1985) pudimos comprobar que tanto Jonah Hex como Bat Lash recordaban este encuentro que tuvieron apenas 3 años atrás con los amnésicos miembros de la Liga de la Justicia en el Oeste. Cuando un asustado Bat Lash comienza a disparar contra el grupo del Monitor formado por Psimon, Cyborg, Firebrand y el Green Lantern John Stewart, Jonah Hex lo detiene diciéndole:
- Jonah Hex: ¡Lash! ¡Espera! ¿No te acuerdas del uniforme verde que lleva aquel hombre? Es el mismo que vimos en aquel otro tipo que se llamaba a sí mismo Linterna o algo así. Solo que él no era un hombre de color.
- John Stewart: He reemplazado a aquel otro Green Lantern.
B) Esta aventura de la JLA está inspirada en el viaje del otro gran grupo de la competencia, los Vengadores, al salvaje Oeste marveliano durante la saga de la Corona Serpiente, a caballo entre los años 1975/76. Realizada por Steve Englehart y George Pérez, la Saga de la Contratierra (como también es conocida en España) fue publicada en nuestro país en los números 26-29 de la serie antológica Clásicos Marvel, con portadas de Carlos Pacheco. En una de ellas, concretamente la del nº 26, Pacheco homenajea la portada del crossover inédito JLA/Avengers # 3, (realizada por George Pérez) que comentábamos en el post anterior, con los miembros del Escuadrón Supremo sustituyendo a los de la JLA (de todas maneras, los miembros del Escuadrón Supremo YA eran las versiones Marvel de la JLA, por lo que en esta portada se produce un curioso doble efecto metarreferencial).
A pesar de que esta aventura de los Vengadores en el Oeste sirve de guía a esta de la JLA, no olvidemos que la vertiente western del universo DC es bastante más rica y está bastante más desarrollada que la de Marvel (a los anteriormente citados Jonah Hex, Cinnamon, Scalphunter, Bat Lash o El Diablo, habría que sumar varias decenas de personajes más, como por ejemplo Roving Ranger, Wyoming Kid, Hawk, Johnny Thunder, Firehair, Super-Chief, Tomahawk, Matt Savage -padre de Scalphunter-, Strong Bow, Pow-Wow Smith, y muchos otros…).
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