Se me parte el alma. No tengo palabras para expresar la pena que siento en estos momentos, de verdad. Adiós, Javier, te seguiremos recordando. Al fin y al cabo, no todo se reduce a una cuestión de vanidad...
...Y TODO ES VANIDAD
Gracias a mi conducta, vagamente antisocial,
temo no verme nunca encaramado a un pedestal:
no alegrará mi efigie el censo de monumentos,
no vendrán las palomas a rociarme de excrementos.
Y es una pena, la verdad,
porque sería muy bonito
seguir de adorno en mi ciudad
sobre un buen bloque de granito.
Pues qué penita y qué dolor, (¡qué dolor, qué dolor!),
pues qué penita y qué dolor,
no tendré estatua, no señor.
Gracias a mi postura, más bien anticlerical,
no será un siglo de éstos cuando entre al santoral:
no acudirán beatas a pedirme un milagrillo,
no vendrán los ladrones a vaciarme mi cepillo.
Y es una pena, la verdad,
porque tenía cierta gana
de echarle un ojo a la deidad
mientras me doran la peana.
Pues qué penita y qué dolor, (¡qué dolor, qué dolor!),
pues qué penita y qué dolor,
no tendré culto, no señor.
Gracias a que mi musa se las da de cerebral
son pobres mis compases para expresión corporal:
no danzarán mis prosas las reinas de discoteca,
no vendrán los carrozas a hacer su gimnasia sueca.
Y es una pena, la verdad,
porque sería algo inefable
cambiar la torpe realidad
y ser o Borges o bailable.
Pues qué penita y qué dolor, (¡qué dolor, qué dolor!),
pues qué penita y qué dolor,
no tendré el Nobel, no señor.
Gracias a mi tozuda decisión existencial
no cabe entre mis planes dar ningún salto mortal:
no gozará las honras funerales mi alma en pena,
no vendrán los gusanos a tirar de la cadena.
Y es una pena, la verdad,
porque sería algo divino
ver cómo todo es vanidad,
y yo en decúbito supino.
Pues qué penita y qué dolor, (¡qué dolor, qué dolor!),
pues qué penita y qué dolor,
no tendré esquela, no señor,
no tendré esquela, no señor.
2 comentarios:
Destacar y ser admirado entre tantos genios de su generación, y hacerlo además sin ambición alguna, sin grandes públicos, solo bufiándose al mundo...los que iban a un bar a sentirse cómplices de su humor y sus poesías. Grande Krahe!
Krahe era un poeta en toda la extensión del término.
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