Nuevo videoclip de los albaceteños ‘Angelus Apatrida’, del tema ‘You Are Next’, extraído de su reciente álbum ‘The Call’ (2012). Tras haber sido teloneros nada más y nada menos que de gente como Megadeth o Slayer en sus últimas giras europeas, los manchegos han adquirido un nivel compositivo altísimo, sin perder un ápice de agresividad. Algo que ya venían demostrando desde su anterior trabajo ‘Clockwork’ (2010) que les valiera fichar por un gran sello discográfico como Century Media. Si te gusta el Thrash Metal ochentero, sin duda esta es la banda hegemónica en la actualidad en el panorama europeo.
El videoclip transcurre en unos Salones Recreativos, y rinde homenaje al mítico arcade ‘Street Fighter II’, de Capcom. Creo que no exagero al decir que no ha habido ningún chaval de mi generación que no haya jugado alguna vez a este juego.
Y eso me ha hecho recordar los tiempos en los que los Salones Recreativos estaban en auge, antes de la explosión de los videojuegos domésticos. Aunque nadie los llamaba eufemísticamente ‘Salones Recreativos‘. Para todo el mundo eran los BILLARES. Así eran conocidos esos ‘antros de perdición’ (según las madres) en los que no se aprendía nada bueno (pero paradójicamente, ESO ERA LO BUENO). Cuando yo era crío, íbamos los amigos en pandilla a los billares del barrio, a pasar la tarde a la salida del colegio. Cada partida a ‘las máquinas’ (así llamábamos a los arcades) costaba 5 duros de la época, y si eras habilidoso y llegabas hasta el monstruo final, con 20 duros tenías para horas de diversión.
Curiosamente, el recuerdo que tengo asociado con estos lugares es iniciático. Siendo niño, uno siempre intentaba juntarse con los chicos mayores, y ya se encargaban ellos de malear a base de bien a los críos (ya sabéis, los primeros cigarrillos, los primeros flirteos con las chicas, …). En aquellos billares escuché por primera vez algunos de los peores tacos que he escuchado en la vida (es lo que tiene que te maten justo antes de pasarte un juego, que cabrea mucho). Los billares eran una especie de zona franca en la que te mezclabas con gente con la que normalmente no te relacionabas, como el repetidor de clase o el macarra del barrio. Dentro de aquellos locales no se marginaba a nadie, y el empollón de la escuela era tan aceptado como el que más (curiosamente, al contrario de lo que pasaba en los centros educativos), siempre y cuando invitase a unas partiditas, eso sí.
¡Y menudos juegos! Golden Axe, Double Dragon, Ghouls & Goblins, Ninja Gaiden,… y los que me olvido. Nostalgia mágica.
Hoy en día casi nadie acude ya a los Salones Recreativos. Las consolas domésticas se los han comido, han acabado con ellos. Los pocos que permanecen abiertos sobreviven a base de futbolín, pinball, dardos y billar (y es que, afortunadamente, todavía no hay consola que pueda reproducir la sensación de jugar una auténtica partida de billar). Se ha cambiado el elemento socializador por el aislamiento y la soledad del hogar. Una pena.
Pero esta reflexión me ha traído a la mente otros videoclips de grupos de rock que transcurren en billares.
El primero de ellos es del grupo australiano ‘Rose Tattoo’. Se titula ‘Rock’n’Roll Outlaw’ y es de 1978. Me encanta esta canción. El cantante y líder de la banda, Angry Anderson, era un retaco de metro y medio (de hecho los guitarristas tienen que inclinarse para hacerle los coros) y calvo como una bombilla, pero aún así no le faltaban chulería y maneras (lo que los anglosajones llaman ‘attitude’), sino más bien todo lo contrario.
El segundo es un enlace a un tema de Obús, ‘Pesadilla Nuclear’, y es de 1981. Lo más llamativo del video, repasando las imágenes, es darnos cuenta de cómo hemos cambiado (para bien) los españoles y nuestro entorno en 30 años. Menos mal que uno sabe que esas imágenes son de Madrid, porque si alguien me dice que están filmadas en Albania, Macedonia o cualquier país de Europa del Este, me lo creo.
Y tú, ¿conoces alguna otra canción ambientada en unos billares?
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