viernes, 23 de enero de 2015

HOMBRE DE TRAPO RECOMIENDA...
'TARZÁN' POR RUSS MANNING, DE MANUEL CALDAS


TARZÁN - PLANCHAS DOMINICALES 1 (1968 - 1969).
"La Tierra Perdida en el Tiempo".
Editorial: Libri Impressi. Colección "Cómics de Prensa".
Edición: Rústica, 64 páginas en color - Septiembre 2014.
Tamaño: 23,2 x 31,5 cm. (formato apaisado).
Traducción: Rafael Marín.
Precio: 18,50 €.

Déjenme que les cuente una pequeña anécdota con la que inaugurar esta reseña. Resulta que, durante estas pasadas fiestas navideñas, servidor de ustedes se vio forzado a guardar cama durante un par de días con motivo de un resfriado persistente, uno de esos que comienzan como un leve catarro mal curado que poco a poco se van agravando hasta que te obligan a detener tu actividad diaria por completo (sí, ya sé que es una forma asquerosa de pasar la Navidad, pero es que yo siempre he estado delicado de los pulmones, desde pequeñito). Pues bien,  en el transcurso de mi reposo obligatorio tuve oportunidad de leer algunos de los cómics que tengo en la pila de lecturas pendientes (y es que la lectura ya no me cunde como antes -¡ay!- y se me amontonan los tebeos, aunque eso es otra historia...). Una de esas obras de lectura prioritaria -y numerosas veces aplazada- eran las planchas dominicales del Tarzán de Russ Manning, en su más reciente edición a cargo de Manuel Caldas (ese benefactor de la humanidad).

Creo que comencé a leer el tebeo a eso de las 5 de la tarde, más o menos, y rápidamente me enfrasqué en las entretenidísimas aventuras selváticas del Señor de los Monos. Cuando quise acordar y levanté la cabeza de las páginas del cómic para consultar el reloj, comprobé para mi sorpresa que era la una de la mañana. ¡Nada más y nada menos! Lo que para mí fueron apenas un par de horas de lectura, en realidad habían sido 7. Se me había pasado toda la tarde en la cama en un plisplás, hasta el punto de perder la noción del tiempo y olvidarme de comer, del resfriado y del mundo entero. Es muy difícil explicar con palabras las sensaciones que uno experimenta cuando le sucede algo así, pero está claro que Einstein tenía razón y que el tiempo es sin lugar a dudas relativo, especialmente cuando uno está disfrutando.

Por eso el enfoque de esta reseña sólo puede ser puramente emocional. ¿Cuándo fue la última vez que empezaron a leer un tebeo y se quedaron totalmente absortos? Personalmente, y con total certeza, desde la niñez, en la que estas cosas me sucedían con bastante frecuencia. Después, uno se va curtiendo en mil y una lecturas diferentes, y todo suena a ya visto o leído, hasta que finalmente el sentido de la maravilla termina desapareciendo por completo, sepultado por el sentido crítico. Lo que quiero decir con esto es que el Tarzán de Russ Manning es uno de esos tebeos clásicos capaces de hacerles retroceder a ustedes a la infancia y experimentar de nuevo esa fabulosa sensación de embebimiento y olvido de uno mismo que creíamos perdida. Pura magia.

No voy a malgastar, pues, una sola  palabra loando la calidad excelsa de la restauración de las dominicales efectuada por el editor Manuel Caldas. Eso ya se ha comentado en muchas otras páginas y blogs. Digamos sencillamente que es la mejor edición de las planchas del Tarzán de Russ Manning efectuada hasta ahora en todo el mundo, superior incluso a la de la editorial norteamericana IDW.


Arriba, dominical de la edición IDW. Abajo, la edición de Manuel Caldas.


En lugar de eso, por ejemplo, voy a alabar la belleza y la sensualidad de las mujeres dibujadas por Manning, nunca suficientemente ponderada. Otros autores de cómic tienen una fama mucho mayor que la de Manning en cuanto a dibujar féminas se refiere, pero pocos pueden rivalizar con la carnalidad y el encanto de las chicas del autor californiano. Compruébenlo ustedes.

Por no hablar de la influencia artística que Manning ha tenido en el dibujo de otros grandes autores del 9º Arte, como Steve Rude. El estilo de líneas limpias y corrección anatómica de Manning está muy presente en el dibujo de Rude, algo que podrán apreciar si leen este Tarzán (y que resulta aún más evidente en 'Magnus Robot Fighter' para Gold Key, la otra gran creación de Manning, orientada a la ciencia-ficción). Es curioso lo que sucede con este autor, pero generalmente cuando se habla de Steve 'The Dude' Rude, todo el mundo menciona inmediatamente la influencia de Andrew Loomis, Alex Toth, y Jack Kirby -en ese orden- en el estilo de dibujo del creador de 'Nexus'. Y no seré yo quien niegue la mayor. Pero lo que me parece totalmente injusto es que se obvie la influencia de Manning en Rude, especialmente cuando, desde mi punto de vista, es mucho mayor que la de los otros tres autores anteriormente mencionados. Personalmente pienso que el estilo de dibujo de Rude está un 75% influenciado por el de Manning, siendo de lejos el autor más determinante en la formación de su estilo, mientras que Loomis, Toth y Kirby integran juntos el otro 25% restante. Pero estoy divagando demasiado... A fin de cuentas, esta entrada está dedicada a Manning, no a Rude.

El Manning de las planchas dominicales de Tarzán es un autor en la cúspide de su capacidad artística, en la que puede considerarse como su obra maestra, por encima de sus también estupendas tiras diarias de Tarzán en blanco y negro (publicadas igualmente de forma separada en una reciente edición por Caldas). Manning no sólo dibujaba, sino que también guionizaba y hasta se encargaba personalmente del color de las planchas (salvo esporádicas aportaciones puntuales de algunos asistentes) por lo que estamos hablando de un encargo cercano al concepto europeo de 'obra de autor'.

Lo que sí está claro es que, de los 5 grandes artistas que durante años se encargaron de adaptar las aventuras de Tarzán a las viñetas, ya sea en prensa o en formato comic-book (esto es, Hal Foster, Burne Hogarth, Joe Kubert, John Buscema y el autor que nos ocupa) las de Russ Manning son las más fieles al canon literario impuesto por su creador, Edgar Rice Burroughs. El Tarzán de Manning es el más 'burroughsiano'... y por tanto, en opinión de muchos, el mejor Tarzán de todos.

Por mi parte, poco más me queda por decir, salvo animarles a ustedes a que comprueben personalmente si los elogios que le he dedicado a esta obra son desmedidos o están justificados. Para ello, pueden adquirir su correspondiente ejemplar de Tarzán en la página web de Manuel Caldas adjunta en el siguiente enlace. Si les gustan los cómics, entonces invertir en este tebeo es comprar un poquito de felicidad. En estos tiempos, en los que los blogs dedicados al mundo del cómic comienzan a decaer y desaparecer (como sin duda sabrán) una de las pocas razones de ser de una bitácora como 'Hombre de Trapo' es la de tener la oportunidad de recomendar tebeos tan excepcionales como éste, aunque la mía no haya sido nunca una página dedicada al 100% al arte de las viñetas. Les dejo con una selección de planchas originales en inglés de las que podrán encontrar en este volumen, para que se recreen la vista con ellas.


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2 comentarios:

Francisco Alaminos dijo...

Magnífica entrada, al leerla he recordado perfectamente los sentimientos que tenía cuando me sumergía en la lectura de esos maravillosos tebeos, que nos transportaban a lugares increíbles y maravillosos.
Y por supuesto, una gran reproducción de Tarzán por Manuel Caldas, una edición imprescindible.
Un saludo.

Hombre de Trapo dijo...

Muchísimas gracias, Francisco.

Sólo espero que las planchas dominicales y las tiras diarias del Tarzán de Russ Manning se estén vendiendo bien, para así poder continuar leyéndolas en la edición de Caldas. Uno de esos pocos tebeos que vale cada céntimo de lo que cuesta.

Un saludo.