viernes, 1 de marzo de 2013

EL ARTE DE JOSÉ LUIS GARCÍA-LÓPEZ (V):
LA ANÉCDOTA MOEBIUS


Que José Luis García-López es un maestro del dibujo no se le escapa a nadie. Probablemente, se trate del último gran dibujante clásico vivo, admirado como nadie por parte de sus compañeros de profesión. Siempre se ha dicho de él que es un dibujante de dibujantes, que saben reconocer en él la maestría de una manera de hacer cómics que ya se ha perdido, pero que sin embargo nunca ha sabido ganarse los favores del gran público, seducido por propuestas de dibujo más 'comerciales'.

Para ahondar en su condición de maestro admirado por los maestros, le dedicamos la siguiente entrada.

No sé si conoceréis la famosa anécdota protagonizada por Moebius (Jean Giraud) relacionada con el arte de García-López, pero si no la conocéis, ahora tenéis la oportunidad de leerla contada por uno de sus protagonistas, Andrew Helfer. Andy Helfer fue editor en DC durante los años 80, además de guionista de cómics, y en el año 2005 escribió la introducción del libro 'Modern Masters' dedicado al artista hispano-argentino. En ella revelaba al final una peculiar conversación que tuvo con el genio francés que no tiene desperdicio, y que sugiero que no os perdáis. Os dejo con sus palabras.

Caricatura de Andrew Helfer realizada por Joe Staton.

INTRODUCCIÓN

Cuando fui contratado por primera vez por DC años atrás, en 1980, fui asignado a trabajar junto a un hombre llamado Joe Orlando. Me gusta creer que nuestra relación era única: empezamos como jefe y empleado, para luego avanzar rápidamente a mentor y aprendiz, y finalmente convertirnos, en nuestra opinión al menos, en confidentes - y ante los ojos de todos los demás en ‘compañeros de fechorías’.

Recuerdo que fue el mejor de los tiempos. Trabajábamos juntos, jugábamos juntos, fumábamos demasiado juntos (yo cigarrillos, él esos pequeños y apestosos puritos con boquilla de plástico) y llegamos a confiar el uno en el otro de la manera en que los mejores amigos, o padres e hijos, hacen a menudo.

Fotografía de Joe Orlando de los años 50, cuando dibujaba
para la editorial EC Comics.

Fue en ese espíritu de confianza mutua que Joe me presentó su arma secreta. Este hombre, que como editor había descubierto algunos de los más grandes escritores y artistas de DC de los años 60 y 70, consideraba a este artista en particular como el mejor y el más valioso de todos ellos.

Joe tenía enmarcada la ilustración original de la portada de Action Comics # 500 (1) colgando de la pared de su oficina. El número presentaba el ‘matrimonio’ de Superman y Lois Lane (que llevaban deshojando la margarita cerca de veinte años) y la imagen de cubierta de Superman volando por el cielo con Lois y su velo de boda sobre el hombro quitaba el aliento.

La mencionada portada de Action Comics, la boda de Superman de Tierra 2.
Lápiz de García-López y tinta de Dick Giordano.

El artista era el arma secreta de Joe: José Luis García-López. Todos y cada uno de los editores en el negocio conocían su obra, pero pocos lo conocían en persona. Menos incluso sabían como entrar en contacto con él. Joe estaba seguro de que si la competencia pudiera contactar con García-López, intentaría robárselo por cualquier medio. Así que el número de teléfono que Joe garabateó y me pasó en un pedazo de papel de oficina de DC tenía más valor que los rubíes. ‘Quiero que trabajes con este tío’ dijo Joe en ese maravilloso tono de voz suyo, entre siniestro y guasón. ‘Sé amable’.

Llamé a casa de García-López al día siguiente. El encargo que nos habían hecho era como ninguno que hubiésemos producido nunca antes - una ‘Guía de Estilo’ que presentara imágenes de todos los grandes héroes de la casa, tanto en ‘poses estáticas’ que sirvieran de guía para nuestros productos, como en ‘poses de acción’ que pudieran ser usadas en camisetas, calzoncillos, posters e ilustraciones publicitarias. La guía de estilo supuso un enorme salto de calidad para DC, ya que hasta entonces había venido proveyendo a sus productos licenciados, hambrientos de imágenes de referencia, con unas escasas imágenes de personajes arbitrariamente seleccionadas de los cómics. La presidenta de DC Jeanette Kahn creía que al proveerles de arte original de la más alta calidad serviría para elevar la calidad de los propios productos. Fue tarea de Joe diseñar y reunir lo que se convertiría en un enorme mamotreto de ilustraciones de personajes; mi labor era ayudarle; y sobre José Luis García-López recayó la misión de dibujar enteramente las cientos de imágenes que contenían sus páginas.

Portada de la famosa 'Guía de Estilo DC' realizada por García-López.
Muchos artistas han aceptado encargos de la editorial para poder
tener la oportunidad de que les regalaran esta guía de uso interno.

Caricatura de Jeanette Kahn, realizada por Neal Adams.
Kahn fue la principal promotora de la creación de la 'Guia de Estilo DC'.

José demostró ser la elección perfecta para este, el más intensivo de los proyectos. Durante el transcurso de meses -si no años- José llenó página tras página de gloriosas imágenes, y en el proceso creó una nueva y brillante marca de identidad de los personajes DC… una identidad que definiría entonces el aspecto y la esencia del panteón de superhéroes DC, y que continúa haciéndolo aún hoy en día. Sin temor a equivocarme, la visión de José de los superhéroes DC es la visión que introdujo a millones de niños (por no mencionar a sus padres) en el universo DC -un número muy superior al de los lectores de comic books. Con el paso de los años, sus ilustraciones han aparecido en miles de productos -unas credenciales que rara vez son mencionadas pero que no deberían pasarse por alto, y que posiblemente conviertan las imágenes de José Luis en las más conocidas por el público generalista entre todos los artistas de cómic.

Ejemplo de producto de merchandising con arte de García-López:
la colección de juguetes DC 'Super Powers', de Kenner, en los 80.

Mientras trabajábamos en el proyecto de la guía de estilo, José Luis y yo nos hicimos amigos, y la fortaleza de nuestra relación no hizo más que crecer con el paso del tiempo. Con cientos de páginas de la guía de estilo tras él, José Luis estaba ansioso por volver a su trabajo en los cómics, pero quería unas bien merecidas vacaciones de los superhéroes. Por esta época Joe Orlando y su departamento de ‘Proyectos Especiales’ estaban rendidos a la Atarimanía -la primera oleada de la locura por los videojuegos que estaba barriendo el país. Estábamos produciendo una serie de revistas de cómic para Atari basados en sus cartuchos de videojuegos más populares , y en lo más alto de nuestra lista estaba una adaptación al cómic del juego de aventuras Star Raiders. José se embarcó en el proyecto, pero para cuando había completado 40 de las 120 páginas de la historia, el mercado de los videojuegos se derrumbó por completo.

Carátula del videojuego original 'Star Raiders', de Atari.

El proyecto estuvo muy cerca de morir entonces, pero le preguntaron al escritor Elliot Maggin si había alguna posibilidad de que pudiera terminar su historia en sólo 25 páginas. Todo el mundo en DC pensaba que el arte de José Luis era demasiado bueno para quedarse inédito, y Elliot pensaba igual, así que aceptó y dio lo mejor de sí mismo. José continuó dibujando y pintando, y al final Star Raiders se convirtió en la primera Novela Gráfica de DC. Aunque pocos la consideran una obra maestra literaria, todavía sigue siendo una auténtica gozada visual.

Adaptación al cómic de Star Raiders, publicado en España
en las páginas de la revista de ciencia-ficción '1984', de Toutain.

Otro proyecto que estaba en construcción era el de la actualización de un concepto que ya había aparecido en una serie de mini-cómics que acompañaban a algunos cartuchos de videojuegos Atari. Atari Force fue mi primera asignación como editor en solitario, y José y Gerry Conway eran el mejor equipo creativo que un editor principiante pudiera desear. El cómic estaba sentenciado desde el comienzo, ya que la marca Atari, apenas una licencia con la que ganar dinero, era el equivalente al beso de la muerte- pero el equipo perseveró, decidiendo que si íbamos a estar condenados, al menos podríamos divertirnos antes de la cancelación. Atari Force es todavía uno de los momentos editoriales de los que estoy más orgulloso, gracias a José y a su irresistible plantel de personajes.

Atari Force # 1.


Como escritor, José y yo trabajamos juntos en la miniserie de Deadman, mi primer encargo como guionista, y todavía mi favorito. Me quedé asombrado al ver como José transformaba mis confusos argumentos en una narración sin fisuras -y el original que me regaló de nuestro número uno todavía cuelga en mi sala de estar.

Portada del número 1 de la mencionada miniserie de Deadman,
uno de los mejores trabajos gráficos de García-López.

Desde entonces he trabajado con José Luis como editor en incontables proyectos, cada cual más disfrutable que el anterior. Mientras que yo ya era fan de su arte años antes de que nos conociéramos, mi respeto y admiración por él y su obra tan sólo se han incrementado con el paso de las décadas. Sospecho que mientras leamos juntos este libro, amigo lector, ambos descubriremos cosas sobre la vida de José Luis que nunca supimos -pero yo tengo el honor de tener la oportunidad única de discutir con él cada aspecto del mismo.

Una última anécdota, que me reservaba para el final de esta introducción porque no puedo recordar exactamente cuándo ocurrió, sólo que sucedió. Un día, mientras estaba sentado en mi oficina, un hombre atravesó el umbral de la puerta y se quedó mirando fijamente un punto de la pared detrás de mi, sobre mi cabeza. Aunque no nos habíamos conocido personalmente, reconocí su cara inconfundible. Era Jean Giraud, alias Moebius, y estaba contemplando un dibujo de Wonder Woman de José Luis García-López.

Fotografía de un joven Jean Giraud durante los años 70.


Ilustración de Wonder Woman realizada por García-López.

Sin pedirme permiso, se adentró en mi oficina, tras mi escritorio, hasta que se quedó inclinado enfrente del dibujo. Miraba por encima de sus gafas, situadas en la punta de su nariz, para poder tener una mejor visión del trazo. Después de un momento, se giró hacia mi.

‘Este García-López’, preguntó con un fuerte acento francés. ‘Utiliza modelos, ¿no?’

‘No’, respondí sonriendo.

‘¡Qué hijo de puta!’, murmuró Moebius.

No necesitó decir nada más. Supe enseguida que era el cumplido más grande que un artista puede dedicar a otro.

Andrew Helfer

Espero que hayáis disfrutado con las palabras de Helfer. José Luis García-López es tan bueno que un genio como Moebius no se podía creer que no utilizara modelos como referencia para sus dibujos (modelos y referencias fotográficas que, por otra parte, el artista francés sí que utilizaba en sus obras, como podéis comprobar más abajo).

Hasta la próxima.

Fotografía correspondiente al magazine de moda 'Elle' de 1988.

Dibujo realizado por Moebius en 1988 tomando como referencia la fotografía de arriba.

Notas:

(1) En esta ocasión la memoria traiciona a Andrew Helfer, puesto que la portada de Action Comics a la que se refiere no es la del número 500, sino la del número 484, correspondiente al especial 40 aniversario.

7 comentarios:

Mo Sweat dijo...

Una anécdota que demuestra a la perfección la grandeza de García-López.

No hace mucho que compré en una web estadounidense la novela gráfica Star Riders. Un trabajo ciertamente curioso y poco conocido.

Saludos.

Hombre de Trapo dijo...

Saludos, Mo.

Yo tuve hace muchos años los ejemplares de la revista '1984' que incluían esta novela gráfica. Mi opinión (o el recuerdo que guardo de esta obra) coincide plenamente con la de Helfer: un guión flojito de Maggin (obligado por las circunstancias a recortar y comprimir la extensión inicial del proyecto en una cuarta parte), pero un arte gráfico sublime. Además, en Star Raiders García-López demostró su polivalencia, puesto que se encargó él mismo de aplicar el color directo de la obra (directamente sobre sus propios lápices).

Sin embargo, cometí el error de deshacerme de aquellos ejemplares de 1984 (¡como de tantas otras cosas, ay!), cuando lo cierto es que ya merecían la pena sólo por la historia de García-López. Ese es el problema de no saber apreciar a tiempo lo que uno tiene (o de no tener suficientemente formado el espíritu crítico). Hoy en día me encantaría volver a tener esta obra de culto, tan curiosa como poco conocida, como bien dices tú.

Así que no sabes la envidia que me das, amigo Mo. Pero envidia de la mala, mala, que la buena no existe. XD

Mo Sweat dijo...

A mi me pasó hace tiempo algo parecido, pues también tuve una época tonta en la cual me deshice de muchas cosas de las que luego me arrepentí... Algunas de las cuales he recuperado posteriormente.

De todas formas no hace mucho que me aventuré a comprar algunas cosillas en la web MyComicShop, por recomendación de nuestro amigo bloguero Jesús Duce, y conseguí auténticas perlas como este Star Raiders por un precio ridículo, o al menos muy barato... El problema es que luego tienes que sumarle gastos de envío y últimamente al ser un envío de fuera de la C.E.E. también te pueden cobrar el IVA en aduanas, con lo cual te puede salir un poco más carillo de lo previsto... De todos modos si sabes elegir bien y encuentras unas cuantas perlas de este tipo el precio total te puede salir bastante bien por lo que es.

Saludos.

Hombre de Trapo dijo...

Muchas gracias, Mo. No conocía esta página web. He estado echándole un vistazo y tiene algunas cosas muy interesantes a muy buen precio. Buena recomendación. :)

La verdad es que comprar cómics de importación siempre resulta muy tentador. Hace 4 o 5 años, cuando estaba más boyante económicamente hablando, compraba bastante material de importación. Ahora ya no tanto (por no decir que casi nada). Recuerdo que lo último que me pillé fueron los dos volúmenes de 'Opus' de Barry Windsor-Smith publicados por Fantagraphics (bastante caros, unos 50 $ cada uno).

Hoy en día, con la crisis económica, no me puedo permitir gastar esos 100 euros por un par de tomos, por buenos que estos sean. Pero en fin, esperemos que vuelvan los buenos tiempos y la época de vacas gordas, cuando uno podía permitirse ciertos lujos que actualmente, centrados en la supervivencia diaria, permanecen vetados para los curritos como yo (y no por falta de ganas).

Mo Sweat dijo...

Y luego unos cuantos hijos de perra llevándose los millones a paladas a Suiza... Al menos nosotros los invertiríamos en cultura... XD

Hombre de Trapo dijo...

Bueno, en cultura, puros habanos y whiskey escocés, que alguna concesión tendríamos que hacer a la carne, ¿no? XD

Mo Sweat dijo...

Alguna, alguna seguro que se haría... :¬)