Catedral de Granada, Plaza de las Pasiegas. |
Mucha gente piensa que el secreto para hacer buenas fotos está en la cámara que uno utilice para tomarlas. Nada más lejos de la realidad. Evidentemente, si uno dispone de una buena cámara Réflex tiene una gran parte del terreno ganado, pero el elemento esencial para hacer grandes fotos siempre será el ojo y la pericia del fotógrafo. A fin de cuentas, uno no necesita casi nada para hacer fotografías. Estas tres que tienen ustedes aquí expuestas, por ejemplo, fueron hechas por un servidor en torno al año 2000 con una humilde CAJA DE ZAPATOS. ¿Una caja de zapatos? Pues sí, como lo oyen. Una simple caja de zapatos basta para fabricarse de manera casera una cámara estenopeica.
Una cámara estenopeica no es más que el modelo de cámara más sencilla que existe, puesto que carece de lente, de objetivo y de visor. Tan sólo consta de un espacio estanco a la luz llamado cámara oscura (para lo cual se pintará minuciosamente el interior de la caja de cartón con pintura negra) y un pequeño orificio en la tapa de unos 0'5 mm llamado "estenopo" (del griego "steno ope" o "agujero pequeño"). Este tipo de cámara también es conocido en inglés como 'pinhole camera' ("cámara agujero de alfiler") ya que, como el propio nombre indica, el agujero se suele hacer con una aguja o alfiler sobre una lámina de papel de aluminio (el papel Albal de toda la vida). Esta lámina estará a su vez colocada sobre una abertura un poco mayor recortada en la tapa de la caja, e irá cubierta por otra lámina de material opaco que hará las veces de obturador. En el fondo de la caja se sujetará con celo el papel fotográfico con el lado sensible a la luz dirigido hacia la diminuta abertura. Dependiendo de la distancia entre el estenopo y el papel variará la distancia focal.
Una vez fabricada la cámara, se procedería a realizar las fotografías. Debido al pequeño tamaño del estenopo, el tiempo de exposición es mucho mayor que el de las cámaras convencionales, variando desde unos segundos hasta varios minutos, e iría en función de la intensidad y el tipo de luz (reflejada o directa) disponible en el lugar donde tomemos la foto. Por todo ello es recomendable ir acompañado de un exposímetro o fotómetro portátil para calcularlo. Ya tomada la fotografía, tendríamos que desplazarnos con celeridad -con la cámara convenientemente cerrada- hasta nuestro laboratorio fotográfico, donde podríamos abrirla bajo la luz roja de seguridad para evitar que se velase. La imagen obtenida sería negativa, por lo que en el laboratorio procederíamos a positivarla.
¿Cuáles son las desventajas de la fotografía estenopeica? Primera y principal, que sólo se puede tomar una fotografía por cámara a la vez, puesto que una vez tomada nos exige regresar al laboratorio para su posterior procesado. Además, al no disponer de visor, el fotógrafo debe realizar la foto parcialmente a ciegas, por lo que el plano obtenido puede variar ligeramente con respecto a lo que el usuario tenía en mente (es decir, que en retratos es fácil "cortarle la cabeza" a más de un retratado). Los largos tiempos de exposición hacen necesario además que los retratados permanezcan muy quietos durante la toma de la foto, para que ésta no salga borrosa o movida.
¿Y cuáles son las ventajas, pues, de esta variante tan primitiva de la fotografía? Pues la curiosa belleza de las imágenes obtenidas. Cuando se fotografían edificios o se toman imágenes urbanas, los inmuebles aparecen perfectamente definidos, puesto que han permanecido estáticos durante todo el proceso. Sin embargo, no sucede lo mismo con los peatones y los vehículos, ya que al haber estado en movimiento constante no aparecen impresionados en el papel fotográfico. Así pues, con la fotografía estenopeica se consiguen hermosas imágenes de ciudades fantasmas, en las que las calles se encuentran vacías de gente y coches, extrañamente apocalípticas, como si una bomba de neutrones hubiese estallado y hubiera aniquilado toda la vida humana, respetando sólo la arquitectura, en un tipo de destrucción tan limpia como desasosegante. Este tipo de fotografías tienen además una gran profundidad de campo. Otra de sus características es que en las fotos se ve el agujero o estenopo como un círculo perfecto que rodease el centro de la imagen, ennegreciéndose en los bordes, dándole un sello de marca muy particular.
A pesar de lo que pudiera parecer, la fotografía estenopeica tiene una gran cantidad de entusiastas seguidores que la practican en todo el mundo, especialmente entre los amantes de la fotografía artística en blanco y negro. Por algo será.
Entrada a la Capilla Real, Gran Vía de Colón. |
La estatua del aguador de la Plaza de la Romanilla. |
Me parece muy interesante esta publicación porque desconocía completamente esta técnica fotográfica. De las tres imágenes, me quedo con la primera porque tiene un resultado fantasmagórico que me encanta.
ResponderEliminarMuy buenas, Lu. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarDe eso se trata, de dar a conocer un poco otras técnicas fotográficas menos conocidas por la gente. ¿Quién se podía imaginar que con una tosca caja de zapatos se pudiera fabricar una cámara fotográfica primitiva?
Coincido contigo, de las tres fotografías estenopeicas que realicé hace años, mi favorita es la primera. El ángulo de la toma (a ras de suelo) unido a la inmensidad de la mole de la catedral, la ausencia de gente, la atmósfera neblinosa... una foto especial y misteriosa.
¡Saludos!