Portade de Mike Kaluta. |
'The House of Secrets' # 154 (Noviembre 1978).
Título: 'The Knight in a Gilded Cage!' ("¡El Caballero en una Jaula Dorada!") - 5 páginas.
Guión: Scott Edelman.
Lápiz y tinta: José Luis García-López.
Color: Jerry Serpe.
Con motivo de la inminente visita de José Luis García-López a la próxima edición del Salón del Cómic de Barcelona (del 16 al 19 de Abril, en lo que sin duda es el acontecimiento artístico del año) retomo una vieja sección que tenía bastante abandonada últimamente: 'El Arte de JLGL'. Eso quiere decir que desde hoy hasta esa fecha límite vamos a ir publicando (casi de manera monográfica) diferentes entradas en el blog para homenajear a uno de los dibujantes más grandes que haya dado nunca la industria del cómic americano. Espero que os gusten, o que por lo menos las encontréis lo suficientemente ilustrativas. En todo caso, el objetivo es dar a conocer algunas de las obras menos reconocidas (que no menores) de la carrera del maestro hispano-argentino.
Y empezamos con esta historia corta publicada en uno de los títulos de terror más longevos y más recordados de DC: 'The House of Secrets' (curiosamente, en el número 154, el último de la serie) en el que el anfitrión de la casa -Abel, famoso por el rescate que Neil Gaiman hiciera del personaje en 'The Sandman'- nos introducía en un relato de andanzas caballerescas ambientado en la Edad Media. En este encargo García-López nos muestra a las claras la influencia recibida de Hal Foster y su 'Príncipe Valiant'. Debido a que en este trabajo pudo entintarse a sí mismo, el resultado final del dibujo (que aquí disfrutamos en reproducciones de las páginas originales) es mucho más elaborado y presta mayor atención al detalle de lo que solía ser habitual cuando sus lápices eran entintados por terceros. Fijaos si no en las tramas, tanto manuales como mecánicas, con las que GL adorna sus tintas. Y por cierto... la portada de Mike Kaluta de este ejemplar es una auténtica maravilla. Si no lo digo, reviento...
PÁGINA 1:
- ¿Recordáis los buenos viejos tiempos, fans del miedo? ¿Tiempo atrás, cuando los caballeros de brillante armadura eran las superestrellas? He aquí una remota historia de entonces... ¡EL CABALLERO EN UNA JAULA DORADA!
- El polvo seco levantado por los cascos de los caballos se pegaba a las gargantas de los nobles... y las lenguas de satén de las jóvenes damas relamían sus labios resecos. ¡Pero nadie osaba apartar sus ojos del campo de batalla un sólo instante, ni siquiera para aplacar su sed! Puesto que el Caballero Dorado había tomado su lanza... ¡y cargaba!
- ¡Sir George me tendrá a su servicio tres años más antes de que me gane el título de caballero! ¡Mal rayo le parta! Robert el escudero sería con gusto el "Caballero" Robert... ¡ahora mismo!
PÁGINA 2:
- El Caballero Dorado era un maestro de las justas... y de la psicología también... ¡aunque el padre de ese arte postrero no nacería hasta dentro de media docena de siglos! ¡La impenetrable armadura de Sir George era dorada para capturar y reflejar a un tiempo los rayos del sol, deslumbrando los ojos de sus enemigos!
- ¡Bravo, caballero! ¡Bravo!
- ¡Hurra, Sir George!
- Mantenía su rostro fuertemente oculto tras su casco para infundir temor a sus oponentes... cuya imaginación corría desbocada ante el hecho de no conocer la cara de su enemigo. ¡Y su voz! ¡Señor, su horripilante, espectral y fantasmal voz!
- Os doy las gracias a todos, nobles y damas, por mi victoria, puesto que, como todas las de los caballeros, no me pertenece a mí... ¡sino a vosotros!
- ¡Sir George de Sherwood jamás había sido derrotado en el campo de honor! ¡Y ningún espectador rezaba más fervientemente por que así fuera que su propio y envidioso escudero!
- ¡Yo debería ser el que recogiera las rosas de la victoria... no él! ¡Y mañana... lo seré!
PÁGINA 3:
- ¡Los pensamientos de traición de Robert el escudero no se desvanecieron con el final del día... sino que le acompañaron hasta el pabellón de Sir George, donde el caballero debía solazarse para el próximo día de torneo!
- Desabróchame la rodela, escudero... ¡el esfuerzo de hoy me ha dejado agotado! ¡No deseo soportar esta carga por más tiempo!
- ¡Sí, amo! (¡Y no la soportaréis mucho más! ¿Puesto qué utilidad tiene una armadura dorada para un cadáver?)
- ¿Por qué titubeas, escudero? Continúa con... ¡¡UHHH!!
- Con un cobarde golpe de hoja, el escudero Robert le cercena a Sir George... ¡su vida!
- ¿Por qué, escudero Robert? ¿Por qué?
- ¡Porque no quería esperar más para ser un caballero, necio! Puesto que si nadie... ni siquiera yo... ha visto nunca vuestra faz ¿entonces quién sería tan sabio como para discernir que los rasgos que el casco dorado escondía no eran los vuestros... sino los míos?
- Quizás seas un caballero momentáneamente... pero esto te juro... no permitiré que vuelvas a ver ponerse el sol... otra vez...
- ¿No? ¿Cómo cumpliréis eso, cuando ni siquiera podéis evitar que os despoje de vuestra máscara? ¡Ja! No sólo no era más diestro que yo... ¡sino que sus rasgos no eran más hermosos! ¡Pero no importa, puesto que ninguno de nuestros respectivos semblantes volverán a ser vistos de nuevo! Desde ahora y para siempre... ¡yo soy el Caballero Dorado!
PÁGINA 4:
- Al día siguiente, cuando las trompetas de los trovadores anuncian el comienzo de los juegos, es el escudero Robert quien viste la armadura del Caballero Dorado... ¡y nadie se percata de ello!
- (¡Funcionó...! Las damas me lanzan rosas... ¡exactamente como hacían con él! Y si les devolviera las flores con un beso ¿entonces qué...? ¿Eh? ¿Qué es esto? Mi brazo... ¡no se mueve! ¡Mi armadura está rígida como una piedra!)
- Si eso hubiera sido todo... ¡entonces el final del escudero Robert no habría sido tan repentino! Porque es cuando la armadura comienza a moverse... con él dentro... ¡que el terror comienza de verdad!
- (La armadura... ¡me obliga a desmontar! ¿Pero cómo... por qué?)
- Y entonces, milady, herí al dra...
- Sois un mequetrefe traicionero, Sir Geoffrey... ¡y no sois digno de cortejar a una de las damas de la Reina!
- (Esa voz... ¡es la de Sir George!)
- ¡Qué! ¿Cómo osáis? ¡Debéis haber perdido el juicio, Sir George, puesto que sabéis que soy tan leal como vos! ¡Permitidme que me arme y entonces dilucidaremos esto en el campo de batalla! Habéis mancillado mi nombre con mentiras, y la única cosa que lo limpiará será... ¡vuestra muerte!
- (¡¡NO!!)
PÁGINA 5:
- En una hora, los dos hombres montan en medio de una multitud silenciosa.
- ¿Estáis preparado, Sir George?
- ¡Dispuesto! ¡¡Que sea a muerte, pues!!
- (Esto es una locura... ¡La armadura dorada me ha arrastrado a un duelo a muerte! ¡La lucha comienza... y no debo enfocar mi mente en nada que no sea la derrota de Sir Geoffrey! Mi concentración no debe desviarse... ¡Me preocuparé de cómo librarme de esta opresiva armadura más tarde!)
- ¡Pero Robert el escudero no iba a tener un "más tarde", porque mientras él estaba a la defensiva, la armadura dorada actuó!
- (¡No! Mi escudo... ¡apartado a un lado! Mi coraza pectoral... ¡se abre! ¡¡No tengo nada que me proteja de la lanza de Sir Geoffrey!!) ¡¡AKKK!!
- ¡Atrás! ¡Que nadie toque su celada...! ¡Después de una vida en la que sus rasgos han estado envueltos por el misterio... no albergo deseos de verlos en las contorsiones de la muerte!
- No puedo comprender las razones del extraño comportamiento de Sir George, pero desterremos estos actos recientes de nuestra memoria para que así podamos recordarle tal y como le conocimos... ¡como un auténtico caballero!
- Y así se quedó el pobre Robert... ¡un caballero muerto! Bueno, al menos ha aprendido algo de su experiencia con la armadura de Sir George... que aunque el hábito no hace al monje... ¡a veces sí que puede matarle! - FIN-
Celebro que retomes la sección... Una gran noticia también que ECC siga publicando clásicos de García-López, aunque solo sea para aprovechar su visita.
ResponderEliminarLa verdad es que House of Secrets y todos los demás títulos de terror que publicaba DC en aquella época (House of Mystery, Ghosts, The Witching Hour, Weird War Tales...) contienen pequeñas maravillas como esta de JLGL a mansalva.
Saludos.
Muy buenas, Mo.
ResponderEliminarSí, la verdad es que la maniobra de ECC huele un poco a táctica comercial, aprovechándose de la expectación generada por la visita de GL al Salón, más que a un deseo o una intención sincera por publicar clásicos en nuestro mercado.
Es increíble la cantidad de magníficos dibujantes que los títulos de horror de DC albergaban en los años 60 y 70, lo cual hacía que aquellas cabeceras estuvieran cuajadas de pequeños tesoros. Puede que los guiones no fueran los mejores del mundo (en una historia de 5 o 6 páginas de extensión tampoco se pueden hacer virguerías) pero el nivel artístico de los relatos era demoledor: Gil Kane, Jim Aparo, Bernie Wrightson, Sergio Aragonés, Mike Kaluta, Alex Toth, Nick Cardy, Neal Adams... y un larguísimo etcétera. ¿En qué títulos de la actualidad pueden encontrarse una retahíla semejante de autores?
Si por aquí se están reeditando los magazines de terror de Warren (Creepy, Erie) gracias a Planeta, habría que ir pensando también en reeditar algunos de estos títulos de terror de DC. Pero estamos en lo de siempre...
Saludos.