Esta es una de esas portadas realmente especiales e importantes en mi vida, de las que ocuparían un puesto muy alto en un hipotético (y personal) ranking de 'las mejores portadas de cómic de todos los tiempos'.
Corría el año 1983 cuando un jovencísimo (y por entonces desconocido) autor llamado Miguel Ángel Prado comenzaba a publicar de manera seriada este tebeo de ciencia-ficción en las páginas de la revista '1984' de Toutain Ediciones. 'Fragmentos de la Enciclopedia Délfica' supuso el debut de Prado en el mundo del cómic profesional a la edad de 24 años, aunque su dominio del dibujo y la calidad de sus guiones era tan alta que en ningún momento hacía sospechar al lector que la obra fuese fruto de un autor novel. Antes al contrario. El dibujante gallego ya tenía la maestría de todo un veterano desde sus mismos comienzos.
'Fragmentos' era un relato en el que se narraba la posible evolución de la raza humana en un futuro lejano a través de 12 historias cortas e independientes entre sí. Cada uno de los capítulos que integraban la obra se desarrollaba en diferentes épocas de este porvenir imaginario, prologados por fragmentos textuales y anotaciones históricas de una enigmática enciclopedia 'délfica' cuyo origen no cobraba pleno sentido hasta el final de la serie. Prado utilizó en esta obra el mismo recurso que Isaac Asimov ya había utilizado previamente en su ciclo de novelas sobre la 'Fundación', en el que las historias venían precedidas de acotaciones de una 'Enciclopedia Galáctica'.
Por aquella época yo ya había leído algunos capítulos sueltos de 'Fragmentos' en la revista '1984', y me habían parecido excepcionalmente buenos. Recuerdo que quedé deslumbrado por la calidad de los sombreados y degradados a lápiz de los dibujos de Prado. Además, todas aquellas historias estaban envueltas de un extraño hálito poético y ecologista difícil de encontrar en otros relatos de ciencia-ficción, más dados a la épica o al tremendismo. Fue entonces cuando, todavía siendo un chaval de 9 o 10 años, me compré uno de aquellos especiales 'sólo pósters' de Zona 84, en el que se incluía la ilustración de 'Fragmentos' que servía de portada del álbum recopilatorio de 1985 en el que se recogían todas las historias previamente publicadas en formato revista (y que tenéis reproducida más arriba).
Aquel póster de Miguelanxo Prado estuvo colgado durante muchos años de la pared de mi cuarto de estudiante en casa de mis padres. Podía quedarme contemplando aquella ilustración completamente embobado durante largo tiempo, babeando de placer, puesto que siempre ejerció un extraño influjo sobre mí. La escena contaba tanto con tan poco... Ante nosotros se presentaba el último árbol del planeta Tierra, después de siglos de deforestaciones, de expolios y de desmanes medioambientales ejecutados en nombre del progreso y la codicia del hombre. Un frágil árbol, una planta diminuta acosada por decenas de fábricas enormes ennegreciendo los cielos con sus humos tóxicos, una isla verde rodeada por una valla protectora y custodiado por un guardia armado, mientras irónicamente se podía leer el siguiente mensaje escrito en un cartel en una especie de ficticia neo-lengua futurista similar a la que empleaba Anthony Burgess en la 'Naranja Mecánica', mezcla de caracteres occidentales y algo remotamente parecido al alfabeto cirílico: 'Reserva natural. No entrar. El terreno es propiedad del gobierno. Entrada con permiso'. La imagen es tan potente que no necesita palabras para fijarse con fuerza en la mente del espectador.
Años después pude comprarme el álbum original de Toutain de segunda mano en una librería de viejo, y por fin pude leer todas sus historias al completo. 'Fragmentos' es una de esas obras en las que el todo es mucho más que la suma de las partes. Si anteriormente algunos de los capítulos me habían parecido buenos de manera individual, cuando pude contemplar la historia en su plenitud mi valoración global de la misma subió si cabe aún más enteros. Cada uno de los 12 capítulos no era más que una pequeña pieza dentro de un dibujo mucho mayor, teselas que formaban un mosaico maravilloso.
Posteriormente, Norma Editorial reeditó 'Fragmentos de la Enciclopedia Délfica' en 1996 con una nueva portada a cargo del propio Prado. Aunque, siendo sinceros, la portada de la edición de Toutain me sigue pareciendo muy superior, y no solamente por motivos sentimentales.
Una portada que permanecerá colgada en la pared de mi recuerdo mientras viva.
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