Hoy día 20 de Octubre se cumple el quinto aniversario de la triste y prematura muerte de Juan Antonio Cebrián, periodista, escritor y padre del programa radiofónico de culto por excelencia de la radio española, 'La Rosa de los Vientos'.
Todavía recuerdo como si fuera ayer la noche de aquel Sábado de 2007 en el que, esperando como siempre el comienzo del programa, en su lugar nos encontramos con el inesperado anuncio por parte de Onda Cero de que Juan Antonio había fallecido horas antes de un fulminante ataque al corazón, con apenas 41 años. No me lo podía creer. No podía ser cierto. Reconozco sin rubor que se me saltaron las lágrimas de pura pena. Porque para todos nosotros, los 'rosaventeros', 'el Cebri' era como un viejo amigo, alguien cercano, aún cuando no lo conociéramos personalmente. Su voz nos acompañó y nos instruyó a lo largo de innumerables madrugadas, y no nos importaba perder horas de sueño con tal de escucharle hablar de los enigmas de la historia, los misterios de la arqueología o los últimos avances de la ciencia. Su pasión por la divulgación histórica, su personalidad magnética y su profundo sentido del humor fueron las constantes de una vida que desgraciadamente fue demasiado corta.
Hoy en día su programa 'La Rosa de los Vientos' continúa sin él. Está en buenas manos. Pero eso no impide que te echemos de menos, Cebri, porque en muchos sentidos sigues siendo el modelo a imitar.
Aunque ya no estés con nosotros, nunca serás olvidado. 'Porque lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad'.
¡FUERZA Y HONOR!
Sintonía de cabecera de 'La Rosa de los Vientos', extraída de la B.S.O.
de la película 'El Inglés que Subió Una Colina pero Bajó Una Montaña',
de Stephen Endelman.
GRAN MAESTRO CEBRIÁN, ENHORABUENA POR HACERLE ESTE HOMENAJE, UNA GRAN IDEA
ResponderEliminarDesde luego, si alguien mereciera en este país tener una estatua en cualquier plaza o una calle que llevase su nombre, ese sin duda ninguna sería Juan Antonio Cebrián.
ResponderEliminarGran maestro para el que todo homenaje es poco. Incluso uno tan humilde como es que se le presta aquí.
Un saludo, Don Joselone.