- "Propongo poner el perro en observación y sacrificar a la ministra. No hay color."
- "A fin de cuentas, Ana Mato tiene más peligro como ministra que el perro con ébola."
- "Su incompetencia y su estupidez quieren resolverla sacrificando a un perro... ¿Por qué no a la ministra de Sanidad? El asunto es debatible."
Amén ¿Se puede hablar más claro? Chapeau, señor Reverte.
Se puede decir más alto, pero no más claro... Al final será verdad que estamos en el tercer mundo.
ResponderEliminarSaludos.
Lo que está muy claro es que los dirigentes de este país no saben conjugar el verbo 'dimitir'. Ni siquiera por vergüenza torera. Aunque empiezo a dudar que conozcan siquiera el concepto de 'vergüenza'.
ResponderEliminarLo que me hace más gracia es escuchar las declaraciones de Ana Mato del pasado mes de Agosto en las que afirmaba que 'se estaban siguiendo todos los protocolos de seguridad a rajatabla'. ¿Exactamente a qué protocolos de seguridad se estaba refiriendo? Porque si preguntas al personal sanitario, los 'protocolos' que mencionaba la señora ministra de manera tan pomposa se reducían a un cursillo acelerado de media hora sobre cómo ponerse y quitarse los trajes anti-contaminantes. Sin más. Al final, quien ha terminado pagando el pato de esta emergencia sanitaria ha sido una pobre auxiliar de enfermería, como siempre. El eslabón más débil de la cadena es el que acaba por romperse. Y el vaso de la indignación ciudadana está empezando a desbordarse. Con toda la razón.
Saludos.