Space, the final frontier.
These are the voyages of the starship 'Enterprise'.
It's five-year mission: to explore strange new worlds,
to seek out new life and new civilizations...
...To boldly go where no man has gone before!
Así comenzaban todos los episodios de una de las series de televisión más legendarias que haya dado la pequeña pantalla, con la voz del actor William Shatner recitando una entradilla que millones de trekkies de todo el mundo llegarían a aprenderse de memoria, como un auténtico mantra. Creada por el director y productor Gene Roddenberry, Star Trek se emitiría durante 3 temporadas en la cadena norteamericana NBC, de 1966 a 1969, inmersa en los años en que la sociedad estadounidense vivía absorta la carrera espacial contra la antigua URSS en la pelea por alcanzar nuestro satélite en primer lugar.
Curiosamente, Star Trek sería un fracaso comercial en el momento de su emisión. Los espectadores de entonces no conectaron con la propuesta inicial de una serie que ofrecía un acercamiento a la ciencia-ficción muy diferente a lo que el público americano (acostumbrado a seriales como 'Buck Rogers') esperaba. Bajo la excusa aparente de narrar las aventuras de un multiétnico grupo de exploradores del espacio, en realidad los episodios de Star Trek coqueteaban inteligentemente con conceptos científicos y filosóficos nada usuales en las ficciones televisivas de aquellos años (ni en las actuales tampoco), llegando incluso a plantearle al espectador problemas éticos y morales hipotéticos de difícil solución. Pronto Star Trek se ganaría una merecida fama de serie 'cerebral' que hacía pensar al televidente. Tras la cancelación de la última temporada por baja audiencia, Star Trek comenzaría a labrarse una reputación de serie de culto durante los 70, debido a las numerosas reposiciones emitidas por las cadenas de televisión por cable, y desde ese momento el ascenso a la fama fue imparable. De esta forma quedó demostrado que la serie se había adelantado un lustro a su tiempo, no encontrando a su auténtico público potencial hasta unos años después de su cancelación.
Por muchos reboots que J.J. Abrams nos ofrezca en la actualidad, ninguno puede igualar el encanto y la originalidad de la primera serie de televisión. Ni de lejos.
La inolvidable fanfarria de la serie original, compuesta por Alexander Courage y conocida con el nombre de 'Where No Man Has Gone Before', es una de las más emblemáticas de la historia de la televisión. Durante mucho tiempo los fans de Star Trek pensaron que Courage había utilizado un theremín para interpretarla, pero no era cierto. Todos los sonidos que los aficionados atribuían al theremín en realidad estaban producidos por las cuerdas vocales de la soprano Loulie Jean Norman, aunque parezca imposible. Para quien no lo sepa, el theremín (o eterófono) es un instrumento musical electrónico que se toca normalmente acercando o alejando las manos del intérprete de un par de antenas de radio. Durante los años 50 y 60 su utilización se popularizó entre los compositores de los EE.UU. a la hora de crear las bandas sonoras de las películas de ciencia-ficción de serie-B de las que se nutrían los autocines y las salas de doble sesión.
En esta versión extendida del tema de Star Trek se puede apreciar mejor que en la original que, efectivamente, el acompañamiento sonoro de la canción es la aguda voz de la soprano Loulie Jean Norman, y no un theremín. Se distingue claramente.
Para terminar con la polémica sobre la banda sonora de la serie original, os dejo con un homenaje de un fan de Star Trek que, esta vez sí, interpreta el tema tocando un theremín, para que así podáis apreciar la diferencia de sonido entre este instrumento y la coloratura de la voz de una soprano.
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