Ya decía Bertolt Brecht que hay muchas maneras de matar. Algunas de ellas ciertamente violentas, brutales y sangrientas. Otras, elegantes y sutiles, imperceptibles, de guante blanco.
Dentro de esta segunda categoría podríamos incluir los crímenes económicos, aquellos que se valen de una ciencia como la Economía como medio para oprimir y someter a poblaciones enteras. 'Asesinatos por números', como los que provoca la especulación alcista de unos pocos sobre el precio en bolsa de algunos alimentos de primerísima necesidad -como el trigo o el arroz, por ejemplo- que condena a poblaciones enteras de África o Asia a la hambruna. Resulta increíble que las transacciones de una élite privilegiada en la Bolsa de Nueva York pueda tener semejantes repercusiones para tantísima gente en la otra punta del mundo, ya sea en el cuerno de África o en el sudeste asiático. Consecuencias de este mundo globalizado, en el que un estornudo metafórico en Hong Kong puede provocar sin solución de continuidad la muerte de miles de personas por neumonía en Kenia.
Ni qué decir tiene de la actual coyuntura en algunos países de la Europa meridional, como el nuestro, acosados por los mercados (esa entelequia conformada por las grandes fortunas y el poder financiero del mundo), en connivencia con los poderes políticos y la banca. Mediante el estrangulamiento económico están decididos a hacernos pagar a la población civil la crisis provocada por ellos, en base a recortar todos los derechos laborales ganados durante años y a desmantelar el estado del bienestar implantado en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Parece ser que los dueños de los principales oligopolios del mundo han pensado que en las sociedades occidentales hemos vivido demasiado bien demasiado tiempo, y están dispuestos a acabar con esa situación, devolviéndonos a un régimen de semi-esclavitud propio del siglo XIX. A fin de cuentas, para ellos somos poco más que ganado, una masa e explotar a través del miedo para saciar su avaricia. Porque el miedo es el instrumento del cual se valen para gobernarnos, aunque el terrorismo económico y el miedo al futuro estén conduciendo a muchos ciudadanos desahuciados al suicidio.
De todo esto y un poco más nos habla Sting en la canción 'Muder by Numbers'. Este tema pertenece al último disco que The Police grabaron como grupo, 'Synchronicity' (1983), siendo la canción encargada de cerrar el álbum. Se trata por tanto de la última canción de la última grabación de la banda, un perfecto canto de cisne con el que poner el cierre de oro a una carrera como la de The Police, corta e intensa (de 1978 a 1983, con sólo 5 álbumes de estudio) pero repleta de temas memorables.
'Murder by Numbers' es un tema inconfundiblemente jazzístico, un estilo al que The Police como banda había prestado poca o ninguna atención a lo largo de su trayectoria, lo cual lo hace doblemente único. Con mucha ironía y sentido del humor, Sting nos desgrana en sus letras las líneas básicas de estos crímenes económicos o 'asesinatos por números'. Lo peor de todo es la impunidad con que gobiernos y mercados perpetran sus crímenes, sin mancharse las manos, sin mover un sólo dedo, dentro de la más estricta legalidad, puesto que ellos son los autores de unas leyes hechas a medida del poder económico.
Ya lo decía Bertolt Brecht, como he comentado más arriba. Hay muchas maneras de matar. Algunas de ellas violentas y brutales. Otras, elegantes y sutiles, imperceptibles. Pero los actuales 'murders by numbers' hacen que añoremos los crímenes pasionales de toda la vida, las deudas de sangre. Al menos con esa clase de violencia los culpables solían ir a la cárcel y pagar por sus delitos. No puede decirse lo mismo de los actuales asesinos de guante blanco.
La actuación en directo tuvo lugar en Oakland durante la gira 'Synchronicity Tour' de 1983.
MURDER BY NUMBERS:
Once that you've decided on a killing,
first you make a stone of your heart.
And if you find that your hands are still willing,
then you can turn a murder into art.
There really isn't any need for bloodshed.
You just do it with a little more finesse.
If you can slip a tablet into someone's coffee,
then it avoids an awful lot of mess.
Because it's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
It's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
Now if you have a taste for this experience
and you're flushed with your very first success,
then you must try a twosome or a threesome
and you'll find your conscience bothers you much less.
Because murder is like anything you take to.
It's a habit-forming need for more and more.
You can bump off every member of your family
and anybody else you find a bore.
Because it's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
It's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
Now you can join the ranks of the illustrious
in History's great dark Hall of Fame.
All our greatest killers were industrious,
at least the ones that we all know by name.
But you can reach the top of your profession
if you become the leader of the land.
For murder is the sport of the elected
and you don't need to lift a finger of your hand.
Because it's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
Murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your A, B, C, D, E.
One, two, three.
ABC.
Murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your ABC.
It's murder by numbers, one, two, three.
It's as easy to learn as your A, B, C, D, E.
ASESINATO POR NÚMEROS:
Una vez que se haya decidido a matar,
lo primero que debe hacer es volver su corazón de piedra.
Y si descubre que sus manos están aún dispuestas,
entonces puede transformar el asesinato en arte.
De verdad que no hay necesidad de ningún baño de sangre.
Sólo hágalo con un poco más de finura.
Si pudiera echar un comprimido en el café de alguien,
entonces se ahorraría un horrible montón de problemas.
Porque se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Ahora bien, si usted le ha cogido el gusto a esta experiencia
y está arrebolado por su primer éxito,
debería intentarlo con un dúo o un trío
y entonces descubriría que su conciencia le molesta mucho menos.
Porque el asesinato es como cualquier cosa a la que deba acostumbrarse.
Se trata de la formación de un hábito que requiere más y más.
Puede cargarse a todos los miembros de su familia
o a cualquiera que le resulte molesto.
Porque se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Ahora usted podría unirse a las filas de los más ilustres
de la Historia, en el Gran Salón Oscuro de la Fama.
Nuestros más grandes asesinos fueron todos empresarios,
al menos aquellos de los que sabemos el nombre.
Pero usted podría alcanzar la cima de su profesión
si se convirtiese en el líder de su país.
Porque el asesinato es el deporte favorito de los más votados,
y ni siquiera tendría que mover un sólo dedo.
Porque se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el A, B, C, D, E.
Un, dos, tres.
ABC.
Porque se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el ABC.
Se trata de un asesinato por números, uno, dos, tres.
Es tan fácil de aprender como el A, B, C, D, E.
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