Cortometraje de animación de Jonah Hex, el personaje creado por el escritor John Albano y el dibujante Tony DeZuñiga en 1972 para DC, y que actualmente protagoniza la serie All Star Western, en el que es sin duda uno de los mejores títulos que se pueden leer actualmente en el mercado americano.
El corto, de 2010, está dirigido por Joaquim Dos Santos, y está basado en una historia original de Justin Gray, Jimmy Palmiotti y Phil Noto. Gray y Palmiotti son los guionistas de la anterior serie de Jonah Hex (de 70 números de duración) y de la actual All Star. El afamado Bruce Timm hace las funciones de productor ejecutivo. El corto se incluyó como bonus o acompañamiento de la edición en DVD de la película de animación Batman: Capucha Roja.
Los DC Showcase son cortometrajes dedicados a aquellos personajes del universo DC que no son lo suficientemente populares o conocidos por el gran público como para obtener su propio largometraje animado, pero que sin embargo son el corazón y la esencia de dicho universo de ficción (a veces incluso más que los más famosos). Estos cortos son pues una especie de vitrina o de escaparate ideal por el que asomarse para conocer algunos de los mejores personajes de la editorial, especialmente si uno es neófito.
Joaquim Dos Santos ha dirigido, además de este Jonah Hex, los cortos de El Espectro y Green Arrow, y el mediometraje dedicado a Superman / Shazam, todos ellos con un resultado sobresaliente. El DC Showcase de El Espectro acompañaba al DVD de la Justice League: Crisis en Dos Tierras, y el de Green Arrow al DVD de Superman / Batman: Apocalipsis.
Volviendo a este Jonah Hex, resulta admirable comprobar cómo en tan sólo 12 minutos los responsables de esta pequeña pieza han sabido captar a la perfección al personaje y al mundo que le rodea. Es mucho más difícil condensar un mundo en tan corto período de tiempo que explayarse en un largometraje de dos horas y media. Viendo el corto inmediatamente vienen a la cabeza nombres como los de Sergio Leone o Corbucci y sus desmitificadores spaghetti westerns, con los que comparte ese regusto por la estética sucia y por las altas dosis de violencia. Incluso la banda sonora trata de imitar en la medida de lo posible la música de Ennio Morricone.
Como curiosidad, en la versión original en inglés el personaje de Madame Lorraine tiene la voz de Linda Hamilton, la inolvidable protagonista de las dos entregas del Terminator de Cameron, lo cual ayuda sobremanera a dotar al personaje de ese aire de mujer fuerte, dominante y despiadada, capaz de sobrevivir y prosperar rodeada de hombres en el salvaje mundo fronterizo. Un punto extra para la directora del casting voice, Andrea Romano.
DC sigue mostrándose intratable en el mundo de la animación, donde indiscutiblemente no tiene rival. Otro cantar son las películas de imagen real.
Especialmente sangrante resulta la comparación de este corto con el largometraje de imagen real de Jonah Hex, dirigido en el mismo año 2010 por Jimmy Hayward.
Cartel de la película de 2010. |
Me gustaría poder decir algo bueno o elogioso de esta película, como admirador del personaje que soy, pero la verdad, resulta imposible. No hay por donde cogerla. Y eso que a priori lo tenía todo para ser una buena película. Contaba con grandes actores: Josh Brolin como protagonista (inolvidable en ‘No es país para viejos’), John Malkovich en el papel del villano Turnbull, Michael Fassbender (el actor de moda en Hollywood en estos momentos) o Aidan Quinn como presidente de los EE.UU. Un caso aparte es el de Megan Fox, a quien yo particularmente no considero una actriz. Megan Fox es una modelo metida a actriz que se limita a lucir palmito y servir de reclamo para la muchachada. Fox siempre interpreta el mismo papel, el de sí misma. Nunca interioriza el rol del personaje que le toca interpretar. De hecho, estuvo nominada a los premios Razzie por esta película como peor actriz.
A pesar del excelente ramillete de actores con el que partía (con la salvedad de Fox), la película se hunde en la más miserable mediocridad. Hay momentos en que se bordea el absurdo. Estéticamente el film alterna el spaghetti western con la corriente steampunk e incluso el relato de terror gótico. La película juega a demasiadas cartas sin decantarse por ninguna. La mezcla no podría ser más desastrosa.
Hay momentos en que uno tiene la sensación de estar viendo un telefilm o el capítulo piloto de una serie de televisión de bajo presupuesto. Si todavía existiese en la actualidad, la película pertenecería sin duda a la serie B.
Y es una pena, porque es una magnífica oportunidad perdida de haber hecho una buena película de Jonah Hex. Al final la cosa se quedó en una peli de tiros y explosiones para adolescentes poco espabilados. Hasta donde yo sé, el proyecto sólo salió adelante porque el protagonista, Josh Brolin, es un gran aficionado al personaje.
Fijaos como fue la cosa que en España la película no se llegó a estrenar en cines y salas comerciales, sino que salió directamente al mercado del DVD. Lo mejor es que sólo dura 78 minutos (aunque se hacen largos).
En fin, os dejo con el trailer de la peli.
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